¿En qué pie está la industria del aluminio?
Durante los últimos 10 años, la industria de la ventana se ha desarrollado de manera exponencial. A pesar de ser esta una industria muy joven, constituye una actividad tremendamente emergente, que durante el 2006 vivió uno de sus mejores años, en especial por la gran cantidad de construcciones, que se tradujo en un gran volumen de producción de ventanas.

¿Cómo se refleja eso en cifras?
La industria de la ventana en Chile representa cerca de US$200 millones anuales. El aluminio asociado a la fabricación de ventanas es del orden de las ocho mil toneladas al año; una cifra regular y estable en el tiempo, que equivale en términos de dólares a alrededor de 70 millones. Por su parte, el vidrio asociado al negocio de la ventana corresponde a cerca de US$50 millones y la quincallería representa aproximadamente otros US$45 millones.

¿Cuál es el propósito tras el resurgimiento de Achival?
Prestigiar la industria de la ventana es nuestro objetivo más importante. En el mercado de la construcción, existen una serie de prejuicios en relación a los contratistas de ventanas y por eso se reinventó esta asociación, con el propósito de lograr que quienes estén asociados a ella cumplan con una serie de reglas y trabajen en base a buenas prácticas. Hemos articulado de tal manera este proceso de renacimiento de Achival, que estamos en condiciones de asegurar que quienes están en esta asociación son una selección de lo mejor de esta industria, definitivamente lo más graneado, porque todas las empresas socias -sin excepción- están dispuestas a cumplir una serie de requisitos para mejorar la calidad de su trabajo y su servicio.

En estos tres años, ¿cuáles han sido los principales avances?
Uno de los más importantes es haber lanzado un Manual de Estanquidad de Ventanas, que aborda la temática de la impermeabilidad, y que fue puesto a disposición de las empresas constructoras para establecer a partir de él una base de exigencias. Además, hemos hecho cursos de capacitación para los asociados en materias como presupuestos, contratos y metodología de calidad en la fabricación de ventanas. En definitiva, nos hemos enfocado intensamente a profesionalizar este rubro.

¿Qué tareas siguen a corto plazo?
Estamos ad portas de sacar otros dos manuales: el Manual de la Ventana y el Manual del Vidrio, que pretenden ser un referente para los constructores, arquitectos, inmobiliarias y constructoras, y servir como base para su especificación en construcción. Fueron desarrollados para convertirse en una guía de los requisitos que tiene que tener una ventana, que contempla el establecimiento de parámetros respecto a la calidad de los perfiles de aluminio en relación a su aleación, espesor y terminación superficial; las exigencias a los cristales en su composición química, reflectibilidad y refracción y en su clasificación en cuando a vidrios crudos, templados, laminados, reflectivos y doble vidrio hermético o termo-panel, y también la calidad de la quincallería en cuanto a rodamientos, pestillos y burletes. Y eso lo hacemos porque Chile hoy es un mercado tan abierto que cualquier producto puede entrar, aparentando calidad sin tenerla efectivamente.

¿Cuáles son las principales tendencias dentro del mercado de la ventana?
La tecnología aplicada a la fabricación de ventanas es una tendencia que predomina. Ofrecen prestaciones que antes eran impensadas, como las ventanas oscilo-batientes y las ventanas con quiebre térmico, además de las ventanas termo-paneles, que desde el punto de vista energético contribuyen tremendamente al ahorro y la eficiencia. La seguridad es otra tendencia que ha marcado fuertemente el desarrollo de la industria de la ventana y ha llegado al país tecnología de punta en lo que es vidrio laminado, templado y doble vidrio hermético.

¿Y esto ha tenido impacto en el diseño?
Efectivamente. Hasta hace 10 años las ventanas que se fabricaban eran muy tradicionales y seguían la misma línea estética de las que se fabricaban en los años ’60. Hoy, en cambio, las líneas de ventanas se han modernizado, incluyendo ventanas curvas y con rotura térmica, por ejemplo. Esto permite a Chile situarse en un muy buen pie, sino al nivel de Canadá y España, que son los países más desarrollados a nivel mundial en este tema, sí en un lugar de privilegio en Sudamérica, inmediatamente después del número uno que es Brasil.

¿Cuáles son los próximos desafíos de Achival?
Uno de los más importantes es que la industria de la construcción pueda identificar a un fabricante que sea asociado a Achival de otro, lo que significa establecer diferencias objetivas de calidad entre las empresas que pertenecen a esta asociación y las que están fuera de ella. Otro es difundir la labor de la asociación en regiones y seguir creciendo en cuanto a número de socios. Asimismo, esperamos lograr estándares en cuanto al uso de materiales de calidad y seguir incorporando tecnología en la fabricación de ventanas. Queremos convertirnos en facilitadores para que esta industria se desarrolle al máximo, porque no tiene fronteras y porque además las ventanas son siempre perfectibles. Definitivamente, vamos por muy buen camino.

¿Qué esperan del 2007 a nivel de industria?
El 2007 partió muy incierto para todos por la contingencia gubernamental, pero igualmente se proyecta como un muy buen año. Vienen obras muy importantes, entre ellas Costanera Center y el proyecto Territoria 3000, Torre Parque Arauco, Portal de Vitacura Titanium, Mall Costanera Center, además de la construcción de numerosos casinos y otros grandes proyectos, donde nuestros asociados participarán activamente. Si bien la partida ha sido lenta, confiamos que desde Junio en adelante el mercado repuntará.