¿Cómo se explica esta situación? ¿Existe un bajo nivel de normalización en el rubro?
Existen sectores productivos más propensos al riesgo laboral y, evidentemente, la construcción es uno de ellos. Sin embargo, ello no significa que este quehacer no esté normalizado y reglamentado, todo lo contrario. Podemos señalar que de las actuales 100 normas que están en carpeta de estudios por parte del INN, 31 de ellas corresponden al sector de la construcción. Ello demuestra que existe un interés manifiesto por todos los involucrados presentes en este segmento, ya sea del ámbito público y privado. El tema aquí, más que la cantidad de normas que puedan aprobarse o no, es la calidad de éstas y cómo se cumple su aplicación práctica. De hecho, en los últimos 20 años, las cosas han cambiado mucho respecto al tema de la seguridad y protección de los trabajadores, y existen una serie de entidades privadas que resguardan sus intereses.

¿Qué normas relacionadas al ámbito de la construcción están actualmente en estudio?
La NCh430.cR2007 sobre Hormigón Armado, que considera en primera instancia utilizar por referencia el Código ACI 318 para el cálculo y diseño de estructuras, complementado con una serie de antecedentes, normas y referencias nacionales. La aceptación y aprobación de esta norma llevará a nuestro país a trabajar con los más altos estándares en este ámbito de la ingeniería.

También podemos mencionar la NCh433.Of1996 sobre Diseño Sísmico de Edificios, que busca alinear toda la normativa relacionada con el cálculo y diseño de estructuras.

Otras normas que se pueden mencionar, aunque aún no están especificadas, tienen que ver con Cálculo y Diseño; Instalaciones; y Fabricación de Muros Cortina.

¿Cuál es el aporte concreto del INN y qué tipo de relación posee hoy con el ámbito privado?
El INN contribuye al desarrollo productivo del país fomentando el uso de la metrología y de las normas técnicas por parte de entidades públicas y privadas, y acreditando a las empresas y organismos de certificación. En Chile, es parte del Sistema Nacional de Calidad y, en el concierto mundial, representa al país ante la ISO. La labor que cumplimos se ve potenciada, además, porque al frente tenemos una contraparte muy activa, como lo es el sector privado. Es así como la CChC, por ejemplo, está aportando ideas y proyectos de manera permanente a nuestra institución, lo cual demuestra, por un lado, su real interés por normalizarse y, por otro, entrega un beneficio directo al INN, pues nos permite estar permanentemente actualizados en las materias que competen a este sector.

La seguridad laboral, ¿es una inversión o constituye un gasto para los empresarios?
El aspecto fundamental es que una parte importante de los empresarios aún no se involucra directamente en esta materia. Por eso, resulta vital que reconozcan la importancia de la certificación y de la gestión de calidad para que de esa forma puedan ver el tema de la seguridad de sus empleados como una inversión conveniente para su empresa y no sólo como un ítem de gastos dentro de su negocio. El punto es que hoy en día en este país son muy pocos los que están dispuestos a pagar por el tema de la seguridad. Por ello, debemos avanzar hacia la consecución de una gestión empresarial basada en estándares de calidad eficientes, de manera tal de que seamos capaces de prever situaciones de riesgo laboral, y no esperar que las cosas sucedan para tomar medidas; sólo de esa forma se podrán ejecutar y aplicar de manera correcta las tareas cotidianas.

¿Qué otros aspectos deberían abordarse para darle un mayor énfasis al ámbito de la seguridad?
El tema de la fiscalización resulta fundamental, pero para ser eficiente se requiere también de estándares de calidad. Al INN, como entidad, no le corresponde fiscalizar, pero sí estamos llanos a colaborar, por ejemplo, a través de la revisión de cualquier tipo de anomalía que exista al respecto. El problema es que aún falta mucho en nuestro desarrollo cultural para promover iniciativas como la autorregulación y, en este aspecto, se requiere de una disciplina social que lamentablemente hoy en día no tenemos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, porque el simple hecho de lograr mayor certificación y normalización no implica necesariamente ofrecer un producto de calidad por sí solo.

¿Qué tan lejos estamos de lograr los avances requeridos para dar el "gran salto" en materia de seguridad?
El sector privado, a través de la CChC, ha demostrado estar muy bien organizado, y ello se refleja en su permanente protagonismo en el ámbito de elaboración de normas, generando con ello un gran dinamismo en esta área y ofreciendo además una amplia experiencia dentro de la realidad cotidiana. A ello se suma el sector público, que a través de entidades como el MINVU y OOPP ha demostrado estar a la altura de las circunstancias; y el mundo de la academia, que juega un rol vital en su capacidad de ofrecer profesionales serios y capacitados para asumir el papel que les corresponde en la elaboración de normas y proyectos de calidad. Evidentemente, falta un largo trecho, pero aunando aspectos como una adecuada gestión empresarial, normas eficientes y realistas y un cambio cultural paulatino, se irá avanzado en la consecución de estos objetivos.