La obra consistía en recuperar un antiguo edificio, en calle Salvador con Québec, para sumarlo al edificio contiguo, donde funcionan las oficinas de la importadora Helico. La mayor dificultad del proyecto radicaba en que la construcción original estaba en muy malas condiciones y que presentaba características muy específicas en cuanto a diseño, donde era necesario repetir las canterías y terminaciones estéticas.

Se trataba de una planta a la que había que sumarle otras dos, cuyos muros exteriores podían recuperarse sólo en un 60%, teniendo que reconstruirse todo el ala poniente. En total, se trataba de 300 metros cuadrados, con muros exteriores donde destacaban las cornisas y las aplicaciones decorativas.

"Partimos trabajando con un albañil que diseñaba unas plantillas a las que luego había que dar forma con distintas capas de estuco. Al final teníamos un resultado poco preciso en cuanto a diseño y extremadamente lento, un lujo que no nos podíamos permitir", recuerda Fernando Pérez. A esto se sumaba la dificultad propia de la resistencia de la construcción, donde los dos pisos superiores habían sido fabricados en tabiquería, por lo que era mucho más difícil incorporar todas las molduras que requería el diseño del edificio.

La primera solución que se probó fue usar una placa parecida al internit, y sobre ésta una pasta especial y una pintura de terminación. La idea original era adecuada, pero el problema era tener que reforzar toda la estructura de tabiquería existente, que respondía a dimensiones estándar y que no se ajustaban a las placas que les entregaba el proveedor.

Con esto, el trabajo se tornaba igualmente lento, puesto que tenían que cortar pedazos de las placas para mantener las molduras y hacerlas coincidir en diferentes puntos para poder anclarlas al muro. Rechazada esta nueva solución, y con los tiempos de entrega en contra, recibieron la visita de un técnico de ETSA, que les presentó la alternativa del poliestireno expandido, con planchas y elementos decorativos.

Solución rápida y a la medida

La solución de ETSA -empresa certificada ISO 9001:2000- destacó principalmente porque se adecuaba, en dimensiones y diseños, a las aplicaciones específicas que requería la obra. "Lo único que nos pedía el proveedor era que le mandáramos las plantillas de lo que queríamos y nos fabricaba la moldura que nosotros le pidiéramos, con muy buenos tiempos de entrega", comenta Pérez.

Concretamente, el sistema de ETSA consiste en adosar al muro existente una plancha de poliestireno sobre la cual se aplican dos tipos de pasta y luego una pintura de terminación. La plancha queda operativa inmediatamente a través de un proceso rápido y muy limpio.

En el caso de las cornisas, que abarcaban las de terminación, sopandas o sostenedores y terminaciones de pilares; además de alfeizares y un arco de medio punto; todo fue entregado a la medida y con una malla de terminación. Por último, se incluyó el diseño de dos rosetones similares al existente, que también fueron elaborados a la medida de las necesidades del edificio.

Poliestireno con el sello de ETSA

En concreto, ETSA proveyó a la obra de poliestireno expandido en planchas y como elementos decorativos, material cuya principal característica es su condición de aislante térmico de alta eficiencia, además de ser inocuo, inodoro e higiénico; liviano, fácil de transportar y dimensionar; con bajísima absorción de humedad; autoextinguible, seguro; y estable en sus propiedades aislantes en el tiempo.

Se trata de unidades herméticas de poliestireno -con aire atrapado en su interior- que en conjunto forman un bloque, del cual se cortan las planchas con las dimensiones requeridas. Entre sus múltiples usos y aplicaciones destacan la aislación de techumbres, mansardas, tabiques, paneles exteriores, cielos falsos y pisos, entre otros.

En el caso específico de los elementos decorativos de poliestireno expandido, línea de productos ETSADECOR, lo más destacado es que pueden ser terminados directamente con pinturas al agua, o morteros acrílicos con o sin refuerzo de malla, lo que permite una instalación en el exterior, con una excelente terminación y durabilidad.

Por último, las planchas de poliestireno expandido, recubierto con mortero acrílico cementicio, permiten nivelar y proteger la superficie del poliestireno, aumentando su resistencia a la intemperie y a los impactos, las que además se refuerzan con una malla de antialcali que va inmersa en el mortero y que proporciona una elevada resistencia mecánica, que absorbe movimientos de contracción y dilatación generados por las diferencias térmicas.

"Estamos muy satisfechos con el producto que nos entregó ETSA y también con su servicio. Siempre se ajustaron a nuestras necesidades, principalmente en relación a los tiempos de entrega. En la actualidad tenemos algunos proyectos similares en carpeta, en los cuales sin duda vamos a considerar los buenos resultados que hemos obtenido hasta ahora", concluye Fernando Pérez.