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Según datos de IDC, los envíos de workstations descendieron un 8,8% entre enero y diciembre de 2023, registrando la segunda peor caída en los quince años que la consultora lleva analizando este segmento.
Sin embargo, en el último cuarto del año pasado se anotó un crecimiento del 6,1%, con un total de 1,85 millones de unidades, revirtiendo una tendencia de cinco trimestres consecutivos de caídas.
“Sin duda, 2023 fue difícil en muchos aspectos, pero terminamos el año con algunos resquicios de esperanza y expectativas de que las cosas vayan a mejor en el futuro. El mercado sigue siendo más grande que antes de la pandemia y es más resistente que el mercado general de PC”, aseguró Jay Chou, director de investigación de IDC.
“Más allá del corto plazo, esperamos que varios impulsores tengan lugar a partir de la segunda mitad de 2024. Dado que el soporte de Windows 10 termina a finales de 2025, esperamos que las empresas aceleren la migración hacia Windows 11, algo que debería durar hasta el próximo año. También esperamos que se produzcan nuevos lanzamientos de CPU y GPU en este periodo. Por último, la exploración actual en torno a la IA para el trabajo debería traducirse en una expansión de los casos de uso, incluyendo el desarrollo de modelos, en numerosas industrias”, explicó Chou.
Las previsiones de la consultora indican que los envíos de workstations crecerán un 5,2% este año y un 7,9% en 2025.
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