Google se ha convertido en un objetivo frecuente para los ciberataques, por lo que la compañía decidió limitar el acceso de sus trabajadores a Internet.
La medida se ha implementado como un programa piloto que afecta a miles de empleados, que tendrán importantes limitaciones a la hora de utilizar Internet, pues no podrán acceder a la mayor parte de la red y, por lo general, solo tendrán disponibles páginas internas, los sitios propiedad de Google y sus servicios, como Gmail y Google Drive.
Los trabajadores de Google que necesitan Internet para hacer su trabajo serán considerados como una excepción, pero incluso en estos casos algunos empleados no tendrán privilegios de administrador en sus equipos y no podrán instalar ni ejecutar nada sin autorización.
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