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Gartner redujo sus previsiones respecto a los ingresos mundiales por semiconductores para este año, en el que el mercado global alcanzaría su menor crecimiento desde 2009. Si hasta hace poco estimaba que la caída sería de un 3,4%, ahora la sitúa en un 9,6%, considerando un total de US$ 429 000 millones para todo el año frente a los US$ 475 000 millones recaudados en 2018.
Para explicar esta caída, Ben Lee, analista principal de investigación en Gartner destaca una serie de factores, como “un entorno de precios más débil para la memoria y algunos otros tipos de chips combinado con la disputa comercial entre Estados Unidos y China y un menor crecimiento en las principales aplicaciones, incluyendo los smartphones, servidores y PCs”.
Se espera un aumento en la producción nacional de semiconductores en China y, asimismo, el traslado de algunos fabricantes al exterior. Tampoco se puede descartar la diversificación de la base de fabricación de una parte de las empresas.
“Esperamos que el alto inventario de smartphones y la lenta demanda de array de estado sólido duren unos cuantos trimestres más. Dada la agresiva disminución de los precios para NAND, es posible ver una perspectiva más equilibrada de oferta/demanda en 2020”, agrega Lee.
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