Kaspersky Lab monitoreó la evolución del ransomware y los backdoors durante los diez primeros meses de 2018, detectando crecimientos sobre el 40% en ambos casos.
Según los datos de la compañía, el ransomware creció un 43% y los backdoors un 44% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
“El aumento en el número de detecciones de backdoors y de Trojan-Ransom muestra que los actores maliciosos buscan de forma permanente nuevas formas de comprometer los dispositivos y ganar dinero”, explica Vyacheslav Zakorzhevsky, responsable de investigación antimalware en Kaspersky Lab.
“El interés continuo en el ransomware y en su evolución es una señal para seguir en alerta, tanto contra las ciberamenazas existentes y conocidas como sobre las nuevas aún desconocidas”, indica Zakorzhevsky, según consigna www.silicon.es
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