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El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido que los precios de los productos Apple pueden aumentar debido al aumento “masivo” de los aranceles que están imponiendo a diversos productos y componentes que vienen de China.
Sin embargo, en su opinión hay una solución fácil que no sólo le evitaría tener que soportar unos aranceles durísimos sino que también le permitiría disfrutar de incentivos fiscales: construir fábricas en Estados Unidos para producir sus productos a nivel local.
Según consigna www.muycomputerpro.com, la idea que propone Trump como solución realmente no sería viable por muchas razones, pero se puede resumir de forma simple a través de tres cuestiones básicas: especialización, capacidad productiva y costos.
En la cadena de producción de dispositivos y equipos tecnológicos de China existe un grado de especialización y un ritmo de trabajo que permite sacar adelante grandes cargas de trabajo con unos costos que serían imposibles de conseguir en Estados Unidos.
Aunque la realidad es clara y las empresas estadounidenses podrían salir muy mal paradas del endurecimiento de aranceles que tiene previsto aplicar el ejecutivo de Trump, lo cierto es que el presidente no atiende a razones y no parece estar dispuesto a dar su brazo a torcer.
Es pronto para anticipar qué consecuencias exactas tendrán estos nuevos aranceles sobre los principales gigantes tecnológicos estadounidenses, pero es muy probable que empiecen a buscar alternativas en otros países para evitar un aumento de costos que acabe afectando la competitividad de sus productos.
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