Cuando llegaron al mercado chileno las primeras pantallas de LCD, existía una baja diferenciación de los productos ofrecidos por las distintas marcas, y un bajo conocimiento de la importancia de las características técnicas del producto en sí. Sin embargo, la efervescencia del momento por adquirir las nuevas tecnologías, hizo que la mayoría de los consumidores optara por la alternativa más barata disponible. "Fueron momentos duros para LG, ya que aún cuando los monitores de tubos de rayos catódicos seguían dominando el mercado y LG era una marca protagonista en ese rubro, todos sabían que el cambio se venía rápidamente, y el no estar bien posicionado podía ser un factor de fracaso en el mediano plazo", recuerda Rodrigo Barros.

¿Qué hacer entonces? LG debía decidir si enfocarse en desarrollar productos de primer precio, camino que todos sus competidores estaban tomando, o diferenciarse invirtiendo muchos recursos, tanto humanos como económicos, en desarrollar un LCD superior, cuya valoración por parte del consumidor fuera más grande que el diferencial de precio entre éste y las alternativas existentes, las cuales serían muy inferiores técnicamente.

Contraste, velocidad de respuesta y diseño

Fueron tres las características esenciales donde LG se enfocó para lograr un producto superior. Una de ellas es el contraste, aspecto crucial para la mejor visualización de la gama de colores que pueda generar la tarjeta de video de un PC estándar. "Las mejoras en la definición de las imágenes son realmente notables al aumentar el contraste 2 ó 3 veces más que la competencia", destaca el ejecutivo.

Otro elemento fue la velocidad de respuesta, una apuesta un poco más de mediano plazo, ya que para tareas habituales ésta no tiene mayor relevancia, pero se sabía que el LCD estaba valorándose rápidamente como una herramienta de diversión, más que de trabajo. "A menor tiempo de respuesta, más cuadros por segundo es capaz de reproducir el monitor, por lo que en tareas multimediales altamente exigentes, como juegos de PC o películas de video, esta característica se hacía esencial para una visualización sin fantasmas o sin imágenes cortadas", comenta el profesional, quien agrega que "ambas características fueron reforzadas por el desarrollo exclusivo de ‘F-engine’, el primer chip a nivel mundial desarrollado para monitores LCD, cuya más importante tarea era entregar una mejor imagen".

Finalmente, LG decidió que el diseño debía ser otra de las características principales de esta nueva serie de monitores. No sólo por un asunto estético, el cual fue desarrollado por un equipo de diseñadores, sino también por el sentido funcional representado en el ancho de la pantalla y del marco de la misma, dos características cada vez más importantes para los nuevos usos que rápidamente este producto estaba adoptando. Así, después de tres años de desarrollo e investigación, y de una familia de monitores que partió con el L1715S en el 2004, pasando por el L1730S, L1750T y el L1752T, LG lanzó el modelo L1753T. "Este equipo rompió el paradigma situándose como el LCD de 17" más vendido de la historia, pero con la salvedad de no ser el más barato (estando incluso $15 mil más caro que otras marcas), pero entregando características muy superiores a su competencia en la categoría. Es así como con su contraste de 2000:1, su velocidad de respuesta de 5 ms, y su diseño súper delgado, pudo lograr la cifra récord de ventas de más de 20 mil unidades para el primer tercio del 2007 (Ene-Abr)", puntualiza Barros.