Jueves 28 de Marzo de 2024
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Por Fernando Pastene
Guía de Ventas
La motivación hace milagros Tal vez lo sabía, pero no le ha dado la importancia que tiene
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Para la mayoría, la motivación significa obtener un cambio positivo en nuestro estado de ánimo, que fortalece y mentaliza favoreciendo una actitud positiva para enfrentar no sólo la labor diaria de ventas. Al fin y al cabo, la motivación viene siendo una parte fundamental de la vida misma. Es un verdadero combustible para superar los obstáculos, perseverar y mantener un pensamiento positivo, indispensable para conseguir los objetivos que nos planteamos, incluyendo el crecimiento profesional y el desarrollo personal, sobretodo cuando las condiciones se tornan difíciles.
Tan importante es la motivación, que basta recordar los innumerables casos de personas que enfrentando lesiones severas o invalidez permanente, se plantean firmes y decididas, gracias a una motivación alimentada por un pensamiento positivo. Por eso, si usted trata sus problemas de ventas y de resultados bajo esa perspectiva, es muy probable que los siguientes principios lo alejen del camino áspero y lo muevan hacia un futuro de logros y satisfacción más duradera.
1.- El pensamiento positivo crea acción positiva: Es probable que las personas que ven sólo la parte vacía del vaso, difícilmente superen sus obstáculos o alcancen mejores resultados. Por el contrario, quienes parten visualizando positivamente la posibilidad de logro, por lo general, terminan construyendo su metas. En la recuperación de la salud, por ejemplo, el mundo está lleno de verdaderos milagros donde jóvenes muy malogrados se levantan y siguen adelante tras sus objetivos porque su motivación los hizo actuar positivamente. Anteponiendo siempre una visión positiva de su futuro, usted podrá engendrar una verdadera energía para trabajar, estudiar, emprender y alcanzar sus metas. 2.- Atrévase a ser el primero: Si cualquiera de ellos hubiera escuchado las esperanzas negativas de otros, probablemente no habrían terminado donde los dejó la crisis. De seguro a la mayoría les repitieron directa o indirectamente en más de una oportunidad: "si nunca nadie ha salido de esto", "sobrevivir en estas condiciones es imposible" o "nadie ha logrado esto antes". Sin embargo, a pesar de esto, decidieron ser los primeros, al igual que los deportistas de elite cuando optan por luchar, trabajar y entrenar duro para superar las marcas ya establecidas. Ser el primero, no es sólo una dificultad o meta difícil, cuando se piensa positivamente también es un acicate, una motivación de logro. Ya que, simplemente porque algo que nunca se ha hecho antes, no significa que no se puede realizar. 3.- Avance un paso a la vez: Si bien la persistencia y tenacidad son fundamentales, también es cierto que no podemos sobrevalorarnos o creernos superhéroes, intentando realizar todo de una sola vez. Es básico comprender que la diferencia entre el éxito y el fracaso se llama planificación, y en ese sentido, ésta enseña que las cosas se deben abordar con una secuencia o estrategia determinada, de acuerdo con el objetivo final. Tenga presente que es más fácil conseguir metas pequeñas que una grande y que una vez alcanzadas, és-tas elevarán su confianza en sí mismo, brindando una gran motivación para continuar enfrentando otras metas. 4.- Perseverar da dividendos: Las caídas y frustraciones son parte de la esencia de la vida, pero la diferencia entre quedarse ahí o seguir progresando, radica en la capacidad de decidir que sí vale la pena hacer un es-fuerzo más, de seguir intentándolo. Porque de algún modo es claro y con-tundente, que frente a una caída, usted sabrá exactamente qué no hacer o decir en esas mismas circunstancias. Aprender de los errores es sinónimo de sabiduría.
No se deje vencer por la angustia ni las dificultades. Piense cómo otras personas con dificultades muchísimo más relevantes, han sido capaces de superar su condición o limitaciones perseverando después de cada caída, dolor o frustración; y notará que lo suyo, no pasa más allá de subir por una pequeña colina. Como dijo Charles Dickens: "El hombre nunca sabe de lo que es capaz sino hasta que lo intenta".