De acuerdo al SII, la tecnología de la impresora fiscal permite procedimientos más expeditos y ya no se necesita el permiso ante las direcciones regionales del SII, pues son las empresas autorizadas a comercializar dichas impresoras las responsables de informar a la entidad dónde han sido instaladas. Además, se reduce para los contribuyentes el costo de incorporación de tecnología a la operación de su negocio, al ser un sistema de emisión de vales en reemplazo de boletas, independiente de los perifé-ricos a los cuales se encuentre conectado.

Finalmente, elimina el libro auxiliar de impresiones de reportes Z para todas las impresoras fiscales, otorgando mecanismos flexibles de almacenamiento de esta información. Sin embargo, la responsabilidad de los datos se mantiene en el contribuyente que utilice la impresora.

A juicio de Eduardo Gallego, Team Leader RSS Chile, APU y Perú de IBM, en la actualidad deben existir más de 200 usuarios a nivel nacional de impresoras fiscales, los cuales han crecido y lo seguirán haciendo, a una tasa de 100 usuarios al año aproximadamente.

Frente a este incipiente negocio para el canal, muchos son los argumentos a considerar al vender este tipo de equipos. "Confiabilidad, durabilidad para ambientes extremos como el retail, además de un respaldo de marca y servicio técnico eficiente", son para Gallego las características más importantes de una adecuada impresora fiscal.

Mientras, Alejandro Rodríguez, Product Manager System Devices de Epson, añade que "funcionalmente las impresoras fiscales presentes en el mercado cumplen con la normativa del SII, las cuales fueron previamente testeadas por organismos tales como el DICTUC, CENET y CESMEC, garantizando calidad y confiabilidad".

Claudio Cisternas, Account Manager de NCR Chile, por otra parte acota que "una impresora fiscal necesariamente debe estar homologada por el SII, cumpliendo la normativa vigente. Además, debe ser fácil de trabajar con ella, en términos del conjunto de comandos que tiene disponible, drivers y documentación. Por otro lado, lo más importante es contar con servicio técnico de la marca en todo el país, ofrecido por personal calificado con amplia experiencia en el mercado del retail".

Una respuesta a la demanda actual

Al margen de estas consideraciones, los distintos oferentes de impresoras intentan responder a los actuales requerimientos del cliente de hoy. Es por esto que Claudio Cisternas, aclara que "la mayoría de los clientes está buscando tomar la impresora fiscal y adaptarla a su actual aplicación tal cual está, en forma simple y transparente, y para eso requiere el apoyo del proveedor, ya sea el canal de venta y/o la marca".

Para Gallego, en tanto, más que la funcionalidad de una impresora fiscal hoy los clientes demandan soluciones atractivas, por ejemplo en promociones, dada la alta competitividad que existe en el retail.

Alejandro Rodríguez, indica que el comercio minorista que utiliza boletas con autocopiativo y timbradas enfrenta la problemática del alto costo por boleta -papel, imprenta, trámites para timbraje, entre otros, junto a los costos asociados al bodegaje de las copias de las mismas, ya que el SII exige guardar un respaldo por seis años, más la complejidad de administrar los folios correlativos, cuya pérdida puede ocasionar multas al cliente. "Con la impresora fiscal, se elimina la necesidad de copia física de la boleta y por ende, del bodegaje de la misma, ya que la información queda respaldada en una memoria dentro de la propia impresora por 72 meses, bajando de esta forma, el costo por boleta de $10 a $1 en promedio. Ahora, en cuanto al correlativo, éste lo asigna interna y automáticamente la propia impresora fiscal, eliminando toda posibilidad de error o duplicidad", destaca el ejecutivo.

Lo que se debe evitar

"Si un canal no está bien capacitado, el error más común que se puede cometer es vender las impresoras fiscales sin servicios de por medio para la homologación de la aplicación del cliente y la construcción de la interfaz para comunicarse con la impresora", explica Eduardo Gallegos, frente a los cuidados que deben tener los distribuidores al comercializar este tipo de equipos.

Alejandro Rodríguez, enfatiza que "el no contar con un canal debidamente entrenado podría llevar a cometer un sinnúmero de errores, tales como, vender la impresora fiscal y no entregar soporte de post venta, no contar con un software homologado, entregar información incompleta al cliente generando falsas expectativas, o bien, vender un equipo a un cliente final y no verificar la compatibilidad con su aplicación, entre otros", recalcando además que el canal de Epson cuenta, por ejemplo, con una password para ingresar a un sitio web corporativo donde vuelcan los datos exigidos por el SII, para que la compañía tramite la autorización fiscal pertinente.