Efectivamente se llamaba Juanita y me contó que era microempresaria, que tenía tres taxis y que los otros dos los manejaban sus hijos, que le encantaba su trabajo y que nunca había tenido problemas. Me dijo también que estaba muy agradecida de alguna entidad gubernamental, que no recuerdo ahora, puesto que la habían preparado como microempresaria y que, entre otras cosas, le habían hecho un curso de ventas. Naturalmente, le pregunté qué le habían enseñado y su respuesta la encontré tan buena -pues contenía el secreto fundamental de la venta- que felicito, sin conocer, a mi colega profesor de la señora Juanita. Pensé entonces que en esta oportunidad, en vez de contarles de buenas a primeras el resto de la historia y por ende el secreto esencial de la venta, imitaría a mis hijos, en el sentido que todo para ellos es interactivo (como ustedes bien saben). Entonces, estimados lectores, les propondré un juego interactivo. Este consiste en que yo les plantee la pregunta ¿Cuál es el secreto fundamental de la venta? y les de una pista para responderla (que fue el ejemplo que me dio la señora Juanita, que encuentro genial y que jamás se me hubiera ocurrido) y ustedes me la responden a mi correo (además, esto me servirá para saber si alguien me lee, pues a pesar de que me encanta escribir, todo requiere tiempo y esfuerzo). La pista es: la respuesta se hace evidente si uno observa a los vendedores ambulantes (sí, esos del Paseo Ahumada que pertenecen a los Boy Scouts, siempre listos para arrancar) en los siguientes momentos: Pleno verano (tres de la tarde y 35 grados) Pleno invierno (diez de la mañana "lloviendo a chuzo") Semana antes de Navidad Semana antes de Fiestas Patrias Víspera del Día de la Madre ¿Por qué hago específicamente esta pregunta? Porque es mi experiencia de todos los días, de todos los cursos, en cualquier país latinoamericano que los haga, que los vendedores de tecnología -especialmente éstos- y sus jefes (sí, sus jefes) no lo saben. Y esto es tan grave como el que un médico no supiera que su misión es sanar o que un profesor que su misión es enseñar, puesto que de la respuesta correcta se deriva el sentido de la venta y, por ende, la misión del vendedor y de toda el área comercial. Una vez que encuentren la respuesta, una reflexión interesante es responderse: ¿por qué los vendedores ambulantes -que en general no tienen educación alguna- tienen la respuesta correcta y son capaces de ponerla en práctica todos los días del año? y la pregunta que sigue a continuación es ¿por qué los vendedores de tecnología -la gran mayoría con estudios universitarios- no la tienen?. Por último, el juego consiste en enviarme la respuesta sólo a la 1° pregunta, puesto que ni yo ni ustedes tendrán tiempo para nada más y en el próximo artículo comentaremos en extenso la respuesta. ¡Un abrazo y felices Fiestas Patrias! |