Los actuales procesadores de 32 bits tienen una limitación: sólo pueden direccionar cuatro gigabytes de RAM. Es cierto que para muchas labores -como procesamiento de texto y navegar por Internet-, esta cantidad de memoria es más que suficiente, pero cuando se trata de aplicaciones más demandantes -como procesamiento de video, el trabajo con grandes bases de datos o los juegos en 3D-, los 4GB se vuelven una verdadera barrera para el performance del sistema. En cambio, el espacio de direccionamiento de memoria de un proce-sador de 64 bits le permite manejar (en teoría) hasta 16 exabytes (¡16 mil millones de gigabytes!). Asimismo, el volumen de información que puede procesar se dobla, multiplicando así el rendimiento del CPU. Migrando a 64 bits Aunque los primeros procesadores de 64 bits sólo funcionaban bajo determinados sistemas operativos, los presentes chips de AMD e Intel soportan la gama completa de software y sistemas operativos de 32 bits y los SO y software diseñados específica-mente para 64 bits, como diversas distribuciones de Linux y el nuevo Microsoft Windows XP Professional x64 Edition. A juicio de José Carlos Yazbek, Regional Sales Manager de AMD, ya hay una base instalada que está haciendo la migración a estos SO de 64 bits, lo que impulsará la aparición de versiones más ricas de aplicaciones conocidas". En ese sentido, estos chips protegen la inversión del usuario, con un desempeño suficiente para soportar los nuevos software. Entonces, al vender un procesador de 64 bits, su cliente no sólo obtendrá una sólida performance en las aplicaciones existentes, sino que también estará preparado para migrar (sin necesidad de cambiar hardware) a los nuevos sistemas operativos, como el esperado Longhorn de Microsoft, que aprovechará al máximo las ventajas de esta tecnología. Procesadores de Núcleo Doble (Dual Core) En la carrera por aumentar el rendimiento de sus productos, sin aumentar los requerimientos de energía o el calor emanado, los fabricantes de chips eligieron aplicar una tecnología similar de núcleo doble (dual core), que consiste en colocar en un solo CPU dos núcleos de procesamiento cada uno con su propia memoria caché. Para Sergio Vera, Ingeniero de Aplicaciones de Campo para el Distrito Cono Sur de Intel, "los beneficios de los núcleos dobles se ven en el software, ya que al agregar más unidades (lógicas o físicas), se permite el manejo de más tareas de manera simultánea, con lo cual tenemos un incremento de desempeño". Otra de las ventajas de estos procesadores es que no requieren necesariamente de una nueva tarjeta madre, sino que pueden usarse en las motherboards actuales que posean el socket correcto (aunque algunas podrían necesitar una actualización de la BIOS). ¿Para qué tanto poder? Aparte del hecho de que más poder (de cómputo) siempre es mejor, hay aplicaciones que hoy día se verán beneficiadas por el poder entregado por los chips de 64 bits y de núcleo doble, como los servers. "Desde el punto de vista técnico, los servidores están siempre demandando nuevas tecnologías, por lo que hay mucho espacio para crecer en el servidor, por lo que adoptan las nuevas tecnologías muy rápidamente", señala Carlos Yazbek. Por otra parte, Sergio Vera agrega que "la arquitectura dual core beneficia a cualquier aplicación actual y se espera que para el futuro más software implemente características que se beneficien aún más de esta nueva arquitectura". En este sentido, aplicaciones orientadas a modelos de uso, como es el caso de Digital Home, se benefician de disponer de mayor poder de procesamiento. Ambos profesionales coinciden en recomendar al canal la configuración de un equipo con componentes de niveles similares. Como sostiene Carlos Yazbek, "el procesador es una parte de un sistema, por lo que se necesita que las otras partes -como discos duros, memorias e interfaces, entre otras- rindan bajo el mismo criterio de performance y, por supuesto, sin cuellos de botella". |