En general, podríamos decir que hay tres tipos de vendedores: el top ten, que hace un esfuerzo extra constantemente; el conformista, que a veces lo hace; y el mediocre, que no lo hace nunca. ¿Se ha preguntado en cuál de estas categorías se encuentra usted? Básicamente, para un Top Ten (TT) tener éxito es un estilo de vida, una filosofía, y no un evento o casualidad. El vendedor exitoso entiende que el éxito en cualquier aventura pasa por tener un propósito con sentido y que no es un accidente. Comprende que debe mantenerse en los límites superiores de su potencial como ser humano, sabiendo que la diferencia entre la actuación regular y la actuación extraordinaria, se logra con ese pequeño esfuerzo extra que él acostumbra a dar a su vida constantemente. El Conformista es el individuo que opera dentro de su zona de comodidad y cuyos límites superiores han sido auto-impuestos voluntariamente. Es el que tiene éxito durante algún tiempo y luego, sólo se deja llevar. El único problema con esto es que avanzar rápido cuando no se pedalea se logra sólo cuando el camino es de bajada. El Mediocre, por último, es el individuo que hace apenas lo suficiente para cumplir y sobrevivir. Es decir, hacen el papeleo, las llamadas y las visitas suficientes como para mantener al jefe fuera de alcance y, normalmente, nada más allá de eso. Los TT tienen tres características que los hacen sobresalir del montón: 1. Una actitud positiva: El TT ve la vida a través de un prisma que siempre busca lo bueno y lo positivo en todas las situaciones y escoge focalizarse en ello, en lugar de preocuparse de las consecuencias negativas de los eventos. Aprende de lo malo y se focaliza en lo bueno, no permitiendo que los fracasos lo de-sanimen o desmotiven para seguir intentándolo. Para el TT, el fracaso más grande de su vida sería dejar la carrera sólo porque no ganaron la primera vuelta, porque sabe que para ganar una carrera primero hay que permanecer en ella. 2. Orientado a la acción: Una sola actitud positiva, sin una decisión de actuar en consecuencia sería una verdadera estafa. No pasaría de ser un esperanzador optimismo. Pero, cualquiera se estaría engañando si piensa que con sólo tener un pensamiento positivo es suficiente para ga-nar. Se debe actuar positiva y decididamente. El TT entiende claramente esto y toma un rol activo en su vida, porque para él o ella las ventas y la vida misma no son deportes para es-pectadores. 3. El control positivo: El TT ejerce un máximo control positivo sobre su vida, es decir, se maneja internamente. El es el capitán de su nave, el dueño de su destino, el arquitecto de su futuro. Parte relevante de lo que significa ser un TT es tomar el control. El TT es el que acepta la responsabilidad y el compromiso con su futuro, evitando decir cosas tales como: "La economía está tan mala que apenas se puede vender". Por el contrario, un verdadero TT diría: "yo sé que económicamente las cosas andan mal para algunas personas, pero yo crearé una buena oportunidad para mí". El TT reemplaza las palabras destino y suerte por las palabras compromiso y determinación. Reemplaza los yo no puedo por yo quiero. El TT ejerce un control positivo sobre su vida, porque sabe perfectamente que el éxito o el fracaso llegan sólo como consecuencia de lo que cada uno hace o deja de hacer. Como dijo Robert Schuller: "prefiero intentar muchas grandes cosas en esta vida y fallar, que no intentar nada y tener éxito". |