Habiendo múltiples razones, la que más me identifica es que no tienen tiempo para sí mismos y, lamentablemente, tener una vida complicada es una excelente excusa para evitar cambiarla. Simplifique su existencia El tema es que "lleva tiempo hacerse tiempo..."y lo típico es que no pueden resolver cómo dedicar tiempo a las cosas que realmente disfrutan, y no consiguen darse el tiempo para re-pensar aquello que están haciendo y para qué lo están haciendo. ¿Por qué toleramos tantas prioridades externas?. Porque vivimos tan ocupados y creemos que es imposible imaginar algo diferente. Sin embargo, las cosas pueden cambiar. Una manera de tener una "mejor calidad de vida" es simplificar la que ya tenemos. Tome nota de los siguientes consejos. 1. Decídase a priorizar su tiempo: Simplificar la vida significa ganar control sobre ella. O sea, "crear" más tiempo -en el trabajo y en la casa- para hacer las cosas que usted desea. Lamentablemente, las estadísticas muestran que cada vez menos personas gastan su tiempo en cosas que disfrutan. Entonces, ¿de qué sirve esforzarse en la vida si no se tendrá el tiempo ni la energía para disfrutarla?. El primer paso es hacer una pequeña "inversión" de tiempo: libere una hora por día, durante un mes, para reflexionar en estas simples preguntas: ¿qué es lo que más complica mi vida?, ¿estoy trabajando demasiado?, ¿estoy trabajando en algo que no me gusta?. Si se hace las preguntas correctas, se asombrará del descubrimiento. 2. Créalo
menos es más: Este es un principio tan obvio que cuesta reconocerlo. A todos nos pasa. Cuando queremos reducir las obligaciones de la casa, la primera reacción es conseguir ayuda, pero no necesitamos más ayuda, sino menos problemas. Es aquí cuando comenzamos el proceso de simplificar. Cuanto menos poseemos, más tiempo creamos. Es difícil ponerle un precio a tanto tiempo ganado. El mismo principio se aplica al trabajo. Puede reducir las horas trabajadas. No conteste al instante todos sus mensajes. No asista a todas las reuniones que le invitan. No se crea indispensable y asigne a sus proyectos plazos más realistas. 3. Aprenda a decir NO: Un dramaturgo inglés escribió "el hombre verdaderamente libre es aquel que puede rechazar una invitación sin dar excusas". O sea, pocos somos libres. Y esto es el verdadero problema: no podemos llevar una vida simple si no sabemos decir no. Es duro al principio. Pero cuanto más diga NO, más fácil será hacerlo. El consejo es simple: clasifique cuáles son sus prioridades y diga NO a todo lo demás. 4. Las posesiones son el 90% del problema: Hace 20 años, la mayoría de las casas tenía probablemente una radio y un televisor. Hoy, cada vez más casas tienen una radio, televisión, teléfono y computador...y en cada dormitorio!. ¿Por qué y para qué queremos tener todas esas posesiones que no cuestan simplemente dinero, sino también tiempo: instalarlo, arreglarlo, mantenerlo, escucharlo, mirarlo. Tampoco se trata de llevar una vida austera, sino de reconocer que demasiado... es simplemente demasiado. 5. Lo importante es lo que importa: Hay infinitas razones por las que las personas no hacen lo que quieren. Pero, en primer lugar es porque la mayoría ni siquiera sabe lo que quiere. Si usted ha pasado años sin saberlo -en su carrera, en su vida familiar, con sus obligaciones cívicas, etc.- puede parecerle un desafío imposible pensar acerca de ello. Para muchos es más fácil seguir haciendo lo que saben que no quieren hacer, o aquello que al menos no les molesta. Simplificar su vida, significa pensar en aquello que realmente es importante para usted. ¿Será tan complicado tener presente, estas cinco recomendaciones, para simplificarnos la vida y ser más felices? |