Al hablar de ERP, muchos piensan en grandes compañías y corporaciones, en poderosos servidores trabajando sin cesar en data centers sacados de una película de ciencia ficción, en implementaciones millonarias y en meses, quizás años de trabajo.

Por esta abrumadora imagen, muchas pequeñas y medianas empresas ni siquiera estudian la posibilidad de instalar una plataforma de este tipo y llevan la administración por medio de hojas de cálculos y programas DOS, que la mayoría de las veces están tan obsoletos como la plataforma operativa que los alberga. Como no pueden comunicarse entre sí, estos sistemas parcelan la información entre ellos, causando errores de traspaso e impidiendo tener una visión global del negocio.

No obstante, ya existen en el mercado nacional varios software ERP dirigidos a este segmento del mercado. Al igual que sus contrapartes corporativos, éstos suelen tener varios módulos (Contabilidad, Inventario, Ventas, Compras y Remuneraciones, entre otros), que "conversan" entre sí para evitar la doble digitación o el traspaso "manual" de los datos. Además, el uso de cada módulo puede estar restringido a las personas que se encargan de esas tareas dentro de la organización.

Si bien estos paquetes son altamente customizables y parametrizables, la implementación resulta sencilla y económica. Asimismo, las empresas generalmente compran un sistema con las funcionalidades básicas y agregan otros módulos a medida que los necesitan. De este modo, la plataforma va creciendo con la empresa y se genera una relación de largo plazo con los implantadores.

Para el canal, los software ERP para las Pymes representan una alternativa más que se abre en el mercado, permitiéndoles quizás ofrecer una solución integral -que combina software, equipos, instalación y capacitación, entre otros ítems- a un segmento de mercado con crecientes requerimientos tecnológicos.