Hoy en día, las empresas deben enfrentarse con entornos de comunicaciones cada vez más críticos y complejos para el negocio y la operatividad. Ya sean los colaboradores, los socios comerciales o los clientes, las empresas se comunican entre sí mediante herramientas de colaboración: telefonía IP para llamadas de voz, conferencias web y de video, correo de voz, movilidad, escritorio compartido, mensajería instantánea y presencia, y más. Las personas están trabajando individual y colaborativamente de diferentes maneras. Por ello, las soluciones de comunicaciones unificadas (UC) brindan la integración de estas herramientas, con experiencias de usuario perfectas que ayudan a las personas a trabajar juntas de manera más efectiva. En cualquier lugar, en cualquier dispositivo.

Es fundamental que entendamos que, sin una estrategia de UC bien implementada se genera exceso de información, se pierde agilidad y se emplean comunicaciones mal dirigidas que retrasan las decisiones, ralentizan los procesos, alejan a los clientes y reducen la productividad. Y, en definitiva, producen pérdida de ingresos porque las empresas no están preparadas para reaccionar con rapidez a los cambios del mercado.

Aún en épocas de definición por parte de las grandes o pequeñas empresas de aplicar masivamente una forma de trabajar, las comunicaciones unificadas son fundamentales. Con las interacciones a través de tecnologías, las personas y las comunicaciones son más eficientes y seguras.

Si trabajar remotamente fue un reto, volver a las oficinas ha sido aún más complejo. Hay muchas compañías que no saben qué hacer ya que dan la posibilidad de que los colaboradores sigan un formato flexible, pero no todos cuentan con las herramientas de colaboración. En cambio, quienes están en la oficina, muchos no cuentan con las condiciones mínimas para sesiones remotas de negocio, ya que al existir mucho uso del ancho de banda, este se rompe. Para esto último, existen mecanismos que ayudan a priorizar el uso de red.

Por ende, independientemente de si es remoto o presencial, las herramientas con las que debe contar el colaborador para un trabajo flexible deben ser las correctas, ya que son claves para el trabajo en equipo sin importar donde estén las personas. En ello, se basa la productividad y el futuro del trabajo.

Desde una infraestructura de red con aplicaciones inalámbricas y de gestión, las comunicaciones unificadas permiten ser un habilitador de negocios. Es clave ofrecer seguridad, elasticidad y escalabilidad a través de tecnologías que permitan que los colaboradores puedan conectarse desde cualquier espacio de trabajo y momento, utilizando distintos medios, dispositivos o sistemas operativos.

Las comunicaciones unificadas permiten ahorrar tiempo, controlar costos, aumentar la productividad y la competitividad. Ciertamente, no importa si son compañías o entidades con menos de 50 usuarios o más de 10 o 20 mil colaboradores, todas están buscando eficiencia, productividad y seguridad con soluciones de reuniones flexibles.

En ese sentido, están creciendo tendencias como la interoperabilidad de las plataformas de videollamada. Hoy las organizaciones utilizan más de una solución y, por ende, se está evolucionando hacia la especialización de las tecnologías para que los colaboradores puedan conectarse de manera interoperable y flexible, y que los dispositivos funcionen sin problema.

Otra tendencia clave es que, para aumentar la productividad y reducir el estrés laboral, se está apostando por las comunicaciones asíncronas. Es decir, para evitar una reunión, se reemplaza por cápsulas de vídeo en formato mensaje, para que la persona lo vea cuando pueda, dejando atrás la comunicación instantánea como la más efectiva.

¿Cómo responder a las tendencias y necesidades del mercado?

Vivimos escenarios que requieren de soluciones ágiles, escalables y estables que aseguren una experiencia satisfactoria desde la conectividad (casa u oficina) hasta las herramientas y aplicaciones. En ese sentido, los focos que construyan las comunicaciones unificadas deben fomentar la flexibilidad, inclusividad, inteligencia artificial (IA), seguridad y administración.

La flexibilidad mejora la experiencia del usuario sin importar dónde esté para consumir los servicios de colaboración. También se hace necesaria la inclusividad, pues, en la situación actual, muchas reuniones cuentan con participantes presenciales y remotos, pero estos últimos suelen tener una participación baja en comparación a las personas que están de forma presencial. Por eso, las herramientas de colaboración deben incluir mecanismos que fomenten la participación de todos. A través de la inteligencia artificial (IA), reducimos ruidos, priorizamos y enfocamos voces y, de esa forma, quitamos el estrés y concentramos el foco. Además, con tantas horas de reuniones, la transcripción y traducción en simultáneo es clave. Igualmente, con una alta administración no solo podemos ver el nivel de la experiencia, sino identificar en qué parte de la red existen dificultades. Finalmente, debemos contar con seguridad para fortalecer la privacidad de las sesiones y comunicaciones en entornos virtuales y digitalizados.

Hoy, las tendencias de mercado apuntan al fortalecimiento de las comunicaciones sin importar el lugar de trabajo, porque las compañías deben estar preparadas para cualquier entorno. Por ende, se sigue mejorando las experiencias a través de tecnologías probadas y adecuadas a las necesidades de hoy. De otra forma, no hay competitividad.