Si evaluamos el desempeño del 2021, existe consenso en señalar que fue un buen año para la industria, aunque marcado por la incertidumbre y expectación.

Para Mario Zúñiga, Presidente de MITI, Asociación por una Mejor Industria TI, “se notó una desaceleración de la inversión y un cierto grado de madurez frente a la incertidumbre generada en 2020. Sin embargo, el 2021 fue un año en el que la industria TI comprendió esta nueva normalidad pandémica y donde la adopción tecnológica por parte de las empresas se hizo de manera más focalizada y responsable, versus el frenesí generado el año anterior”.

Coincidiendo con lo anterior, Pablo Torija, Gerente de Servicios de Adexus, señala que “efectivamente se cumplieron las expectativas en torno a un crecimiento menor, pero también se empezó a ver un primer atisbo de recuperación económica, ya que la industria TI buscó darle continuidad a sus operaciones, evaluando nuevas soluciones y presentando propuestas innovadoras que potenciaran los negocios”.

En este sentido, para el equipo de analistas de IDC Chile, “fue necesario que las empresas que quedaron relegadas adoptaran tecnologías en su gestión, debiendo actualizar sus aplicativos, migrando cargas a la nube y dando énfasis en la gestión de su seguridad por el aumento del perímetro vulnerable al tener a parte de sus trabajadores en el hogar”. “Se observó un mayor dinamismo de empresas medianas que debieron realizar las acciones para competir en el mercado ante los nativos digitales”, comentan.

De manera particular, dada la tendencia de trabajo híbrido, durante 2020 y 2021, para IDC el área de negocios de Devices creció a doble dígito, destacando la compra o renovación de notebooks, impresoras de tinta y/o láser de entrada, tabletas y monitores. Por el lado de las empresas, en tanto, también se vio una reactivación del segmento corporativo, “ya que a medida que las empresas fueron volviendo paulatinamente a sus lugares de trabajo, debieron comprar/ renovar tecnología, principalmente del negocio de impresión, que se vio afectado por la llegada del Covid-19 y las cuarentenas”.

Consultados por los focos para el 2022, nuestros eentrevistados también coinciden en señalar que los datos seguirán siendo los “rock star” del mundo TI por un par de años más. Como señala Zúñiga, “el manejo correcto de la data histórica, el poder anticipar las decisiones de nuestros clientes y mejorar la propuesta de valor por sobre los competidores, sin duda continuará siendo el foco de la industria TI. Lo anterior potenciado por nuevas y mejores tecnologías asociadas a machine learning e inteligencia artificial serán claves”.

Por su parte, Torija agrega que los focos de inversión estarán relacionados con la priorización de los datos: gestionarlos, conocer a los clientes, procesar datos para tener información, sacar conclusiones, tomar acciones y realizar propuestas a los usuarios. Adicionalmente, para Zúñiga, el Cloud y la Transformación Digital seguirán ocupando un lugar importante en la agenda de inversión de las empresas y, “en general, todo lo que apunte a la incorporación de tecnología para mejorar no solo los negocios (estabilidad, velocidad, uptime, entre otros), sino por sobre todo la experiencia digital del usuario final”. En ese sentido, para el ejecutivo, las áreas de TIC tendrán que fortalecer no solo los aspectos tecnológicos del trabajo, sino también los culturales y relacionales asociados a una organización”.

Para los analistas de IDC, tan importante como lo ya mencionado, es acompañar estas adquisiciones con una estrategia compleja de ciberseguridad. Según la consultora, el mercado de seguridad experimentará crecimientos a tasas sobre los dos dígitos para el 2022. “Sectores de la economía como Retail, Logística y Finanzas son los que explican este dinamismo, sin embargo es una preocupación transversal a los tomadores de decisión de todas las industrias”.

Sectores con mayor dinamismo

En cuanto a las verticales de mercado que presentarán mayor dinamismo en 2022, para Zúñiga, la banca o fintech continuarán siendo altamente digitalizadas y rentables. Además, para el ejecutivo, “otra industria que en Chile crece a pasos agigantados en lo que es digitalización es la Forestal, donde empresas como Arauco, CMPC y otras están avanzando fuertemente en procesos de digitalización”.

Para Torija, “si bien no podríamos de finir una vertical, vemos que el Retail va a exarcebar aún más su dinámica, velocidad y demanda de innovación para atraer y fidelizar clientes, además de la industria de la salud y el sector público que también continuarán un proceso de modernización en áreas como salud y seguridad, por citar las principales”.

En tanto, los analistas de IDC indican que, además de los ya mencionados, otros sectores que van a mantener niveles interesantes conforme van agregando nuevas capas de soluciones son Minería, Servicios y Manufactura.

En los dos últimos años, tanto las inversiones como la dinámica empresarial en Chile se han visto afectadas por el Estallido Social en 2019 y luego por la Pandemia de Covid-19. Actualmente, independiente de los resultados de las elecciones presidenciales a nivel local y de los retos que está enfrentado la cadena de suministro a nivel global, IDC señala que el crecimiento esperado es positivo con una correlación directa con el crecimiento del PIB. A juicio de Torija, nuevos players en cada industria continuarán desafiando a los incumbentes o empresas tradicionales en la aceleración de la adopción de nuevas tecnologías.

No obstante, para Zúñiga, “entre más orgánico sea el crecimiento, mejor. Sin duda, factores externos e impredecibles pueden forzar que ocurran más cambios de manera más rápida en las organizaciones. Pero, es vital aprender a generar ese ritmo de crecimiento y mindset de adaptabilidad, sin la presión de una pandemia golpeando los negocios”.

Lo importante, como apunta Torija, es que, independiente del resultado de las próximas elecciones, se siga potenciando la digitalización de Chile, a lo que los analistas de IDC agregan que “la nueva gestión debe dar la confianza al sector privado para que mantenga una expectativa positiva de inversión”.