EL NUEVO TALENTOSO DEL EQUIPO ¿Qué ocurre con el “Ben Brereton” de la empresa? Por Andrea Gamboa, Gerenta de People & Culture de ManpowerGroup Chile. Los actuales liderazgos tienen características totalmente diferentes a lo que conocíamos antiguamente. Si en el pasado la persona que imponía respeto y autoridad era el líder, hoy es totalmente lo contrario para las nuevas generaciones.
La Generación Z, o de nativos digitales, ve a los líderes como personas que les entregan libertad, que brindan apoyo para que el equipo logre las metas que se han planificado. En ese sentido, el líder es quien debe formar el ambiente para que cada miembro del equipo pueda desplegar su talento. Si bien es totalmente crucial contar con un buen equipo y un clima idó- neo, también lo es contar con un líder que sepa cómo incorporar a los nuevos miembros al equipo. Observemos a la Selección Chilena de Fútbol, que a estas alturas no tiene un solo gran líder, sino que varios que llevan años plasmando un estilo de juego. Está Claudio Bravo, que siempre muestra orden, compostura y mesura; Arturo Vidal y Gary Medel, que plasman la garra del equipo; Alexis Sánchez, que le da despliegue y talento, y ahora Ben Brereton, el nuevo del grupo, que le entregó el gol.
Entre más mejor, ya que mientras más capitanes posea un equipo se podrán conocer mejor las fortalezas y debilidades del grupo. Esto implica tener claro cuáles son los roles en el equipo para que cada uno muestre lo que sabe y permita al nuevo saber cómo encajar, qué puede aportar y cómo potenciarlo. Además, y en el caso de la Selección Chilena, todos estos líderes son muy empáticos y colaborativos, lo que ayuda de forma importante a personas como Ben. Onboarding: no confunda con inducción El proceso de Onboarding se define como la práctica que ayuda a insertar a un nuevo miembro a un equipo o institución. Siguiendo con “la Roja de Todos”, al parecer la adaptación de Ben va muy bien: desempeña de forma adecuada su labor dentro del equipo marcando goles, y además se nota que el jugador se siente valorado por el contexto y sus compañeros.
Se diferencia de la inducción porque mientras esta informa al colaborador sobre sus derechos y obligaciones dentro de su nuevo cargo, el Onboarding es un proceso que dura aproximadamente 60 días para que ajusten aspectos sociales y se sientan a gusto en el grupo.
Las instituciones que saben aprovechar los procesos de Onboarding disminuyen las renuncias a corto plazo, aprovechan la sana competencia que se genera entre todos los colaboradores y evitan los malos entendidos en el grupo. Pero, para que todo esto sea posible, es sumamente importante contar con uno o varios líderes dentro del equipo que trabajen mancomunadamente, todos funcionando como uno solo. |