Tradicionalmente, la arquitectura de la infraestructura del centro de datos es monolítica, con tres niveles bien definidos de recursos (cómputo, almacenamiento y networking), asignados para admitir aplicaciones específicas, con poca (o nula) fl exibilidad para reasignarlos a otras tareas. En cambio, una infraestructura hiperconvergente (HCI, por sus siglas en inglés) combina esos tres niveles en “nodos”, los que pueden agruparse para formar un grupo de recursos que se pueden administrar a través de una capa de software.

Al combinar almacenamiento, computación y redes en un solo sistema, se disminuye la complejidad y se optimizan las implementaciones en centros de datos, sucursales remotas y ubicaciones al “borde de la red”. En ese sentido, una implementación HCI ofrece un mejor aprovecha miento de los recursos, eliminando la necesidad de sobreaprovisionamiento y permite un mejor costo total de propiedad (TCO). Además, en comparación con la arquitectura tradicional de tres niveles, HCI también suele ser más compacto y consume menos energía.

Al respecto, Naveen Chhabra, Senior Analyst en la firma de consultoría Forrester, afirma en el informe “The Forrester Wave: Hyperconverged Infrastructure, Q3 2020”, que “los líderes tecnológicos viven en un entorno con expectativas empresariales que cambian rápidamente. Los profesionales de I&O (Infraestructura y Operaciones) buscan en HCI una variedad de beneficios, incluidas flexibilidad de la infraestructura, facilidad de las operaciones y entregas más rápidas”.

De acuerdo al analista, los sistemas HCI originalmente se dirigían a cargas de trabajo de VDI con demandas de recursos relativamente predecibles. A medida que mejoraron las capacidades de las soluciones de HCI, las empresas ampliaron su uso para incluir software empresarial importante, como las plataformas de ERP, analítica y bases de datos de escalabilidad horizontal (“scale-out”), junto con una variedad de cargas de trabajo que se ejecutan en un entorno virtualizado.

“Cada aplicación empresarial plantea requisitos distintos: la latencia, el rendimiento, el rendimiento, la volatilidad y la escalabilidad de una aplicación de procesamiento de transacciones en línea son diferentes de los de una carga de trabajo de análisis de video. Los líderes tecnológicos esperan la simplicidad de un sistema HCI mientras exigen fl exibilidad para configurar el sistema para satisfacer las necesidades específicas de una aplicación. Lograr el equilibrio justo entre simplicidad y configurabilidad es fundamental para ofrecer una solución óptima”, recalca.

En la actualidad, las implementaciones de HCI pueden encontrarse en dos enfoques: como un hardware especializado o como una solución basada en software independiente del hardware.

Los primeros proporcionarán nodos preconfigurados de recursos de cómputo, de almacenamiento y de red, empaquetados en su propio chasis. Por lo general, se pueden realizar ciertas selecciones de configuración, como tipo de almacenamiento o agregar GPU para aplicaciones que lo requiera. Escalar la capacidad de estos dispositivos es tan simple como agregar nodos adicionales. Una vez que forma parte del dispositivo, puede construir lógicamente sistemas a través de la capa de software de orquestación. En ese aspecto, los appliances HCI son soluciones “Plug and Play” desde el comienzo.

Por su parte, las soluciones HCI basadas en software aprovechan la infraestructura existente. Para ello, se requiere licenciar un conjunto de aplicaciones que proporcionan un software de hipervisor, administración de almacenamiento, administración de red y orquestación para aprovisionar y administrar su servidor, almacenamiento y componentes de red. Este enfoque es independiente del hardware; puede utilizar cualquier hardware siempre que cumpla con los requisitos de revisión de firmware de la suite de software HCI y no sea tan antiguo que el software ya no lo admita.

Un enfoque de software le permite elegir y mantener el hardware que desea de los proveedores que desea, creando un entorno verdaderamente heterogéneo. Una desventaja es tener múltiples proveedores con los que lidiar para obtener soporte, lo que otorga una mayor responsabilidad a su equipo de TI para resolver problemas de integración, rastrear errores y coordinar parches.

Como resultado de estas tendencias, destaca Chhabra, los clientes que deseen implementar una plataforma HCI deben buscar un proveedor que:

• Brinde fl exibilidad y simplicidad de configuración de paquetes. “La complejidad es inevitable en el entorno de TI actual, que debe admitir aplicaciones con necesidades distintas. Una infraestructura creada para una aplicación definida no se prestará automáticamente a otras aplicaciones que exhiban comportamientos diferentes”, explica el profesional. “La configurabilidad puede hacer posible el ‘arte de lo imposible’; sin embargo, casi siempre exacerba la complejidad. Irónicamente, la simplifi- cación de la tecnología es la otra fuerza importante que impulsa las decisiones de TI. Los proveedores se enfrentan a un gran desafío: cómo empaquetar y ofrecer características de clase empresarial sin comprometer la simplicidad. Equilibrarlos es la clave del éxito”.

• Haga que las operaciones de TI sean muy fáciles. “Las empresas están implementando infraestructura hiperconvergente en una variedad de entornos, incluidos centros de datos, sucursales remotas y ubicaciones de borde”, explica. “Los líderes de TI destacan repetidamente la necesidad de operar sin problemas la infraestructura en todas las implementaciones sin una amplia participación humana y deben revisar críticamente las capacidades de administración y operaciones con un marco de ciclo de vida. Si bien los sistemas HCI son fáciles de administrar, la pregunta más importante es qué tan bien se integran estos sistemas con sus procesos existentes”.

• Ofrezca una tecnología fiable. “La tecnología impregna todos los aspectos de los negocios, por lo que las posibilidades de crisis por fracasos crecen exponencialmente. En un mundo lleno de incertidumbres, los desastres están a la vuelta de la esquina”, indica Chhabra. “Los líderes empresariales y tecnoló- gicos están buscando tecnologías en las que puedan confiar para resistir no solo las fallas conocidas (sistemas, dispositivos y componentes), sino también las desconocidas, como los ataques de ransomware”.