Para iniciar este proceso de asesoría, necesita saber cuáles son los objetivos reales del jugador. Es decir, qué espera el usuario lograr con este computador. Algunas preguntas que nos ayudan a descifrar estos requerimientos son:

• ¿Está comprando un PC para jugar solo un título específico, o tengo la intención de jugar a muchos?

• ¿Cuáles son esos juegos? ¿Son esos juegos gráficamente exigentes?

• ¿Quiere tener una PC “preparada para el futuro”, que pueda jugar títulos triple-A con gráficos de gama alta en los próximos años?

• ¿Tiene la intención de hacer algo que no sea jugar en su PC, como streaming o rendering de video?

• ¿Quiere una plataforma que le permita trasladarse a menudo o quiere una más permanente en casa?


Cada respuesta a una pregunta cambiará el tipo de PC que está buscando. Si tiene la intención de jugar principalmente a un título más antiguo, no necesitaría un equipo increíblemente poderoso para ejecutar su juego, incluso en la configuración gráfica más alta. Si quiere probar los títulos más nuevos, necesitará una configuración más “fornida”. Si viaja mucho (o simplemente prefiere un computador portátil), hay varios modelos para Gamers. Y si desea realizar multitarea, streaming o trabajar en ciertas aplicaciones (como el rendering 3D), querrá una computadora con un tipo específico de procesador.

Hágale todas estas preguntas, averigüe lo que el usuario querrá hacer con su nueva computadora y tome una nota mental de todas ellas.

Este es quizás el paso más importante. Si alguien me preguntara cuál es el mejor PC disponible para Gaming, parece a primera vista fácil de responder: es cosa de elegir mis componentes favoritos de mis fabricantes favoritos, con un sistema de watercooling y un gabinete customizado. Sin embargo, la mayoría de las veces, la verdadera pregunta es “¿cuál es la mejor PC Gamer para mí?”. Esa pregunta es mucho más difícil de responder, porque si bien puedo mirar los objetivos del comprador y encontrar fácilmente los mejores componentes, casi todo cambia cuando te sumerges en cuánto puede gastar realmente. Dependiendo de las necesidades específicas, se pueden hacer recortes en ciertas áreas, pero tal vez no en otras. Incluso ,si desea un equipo “preparado para el futuro” que pueda manejar grandes títulos, aún puede hacerse sin gastar más de lo que está presupuestado.