MIGRACIÓN A LA NUBE Un proceso de transformación en los nuevos tiempos Por Heidy Bauer, Director de Servicios Datacenter & Cloud Chile en SONDA. Todo proceso de transformación permite a entidades y organizaciones de distinto tipo adaptarse de mejor manera para subsistir en los distintos escenarios que van surgiendo, sobre todo considerando la velocidad en la que hemos visto cambios el último año.
La nube pública es una de las tecnologías disruptivas que ha ganado protagonismo durante el último tiempo, y que ha traído mayores beneficios a empresas e instituciones en la última década, permitiendo el acceso a una plataforma segura, robusta, flexible y ubicua que propicia la generación de nuevos negocios y servicios que en el mundo físico significarían tiempo y grandes inversiones adicionales.
Actualmente, la creencia de que una migración exitosa a la nube requiere de transformaciones digitales importantes está muy instaurada en las empresas. Esto es correcto, pero hay que puntualizar que en prácticamente todos los mercados e industrias es el mismo negocio el que está impulsando la adopción de nuevas y mejores tecnologías, que si bien en un comienzo eran una opción que entregaba ventajas competitivas, actualmente se han transformado en verdaderos requisitos para ser más eficientes y así potenciar el crecimiento y eficiencia del negocio.
Sin embargo, este proceso de transformación digital, que incluye ciertamente la migración de servicios, soluciones y aplicaciones a la nube, debe ser llevado a cabo en torno a una estrategia, idealmente guiada por proveedores con experiencia y certificaciones que denoten el aprendizaje adquirido.
Actualmente, además, existen procedimientos recomendados de adopción, que algunos proveedores de nube pública denominan Cloud Adoption Framework (CAF) y que permiten a las organizaciones alinear mejor sus estrategias empresariales y técnicas, guiando en la comunicación y organización de los equipos como también en la implementación de políticas de control para asegurar un resultado satisfactorio. Aunque no existe un proceso de adopción de la nube “one size fits all” que funcione para todas las organizaciones, CAF propone fases principales de la implementación, agnósticas de la nube que se elija y que aplican para todas las organizaciones e industrias: definir una estrategia, elaborar un plan, preparar a la organización, adoptar la nube, y controlar y administrar el patrimonio digital.
En paralelo, y con igual importancia, es necesario seguir el patrón de buenas prácticas o principios rectores para administrar de manera eficiente las cargas de trabajo. Estos principios no son más que un conjunto de cinco pilares de la excelencia de la arquitectura: optimización de costos, excelencia operativa, eficiencia del rendimiento, confiabilidad y seguridad. Estos marcos de referencia y metodologías requieren una transformación de la cultura corporativa donde deben participar todas las áreas de las empresas, estableciendo cambios en los modelos de gestión, en los ámbitos de Facturación, Solicitud, Despliegue, Desarrollo y Tecnologías.
La nube no es una panacea automática, por eso es necesario establecer un gobierno digital que sea transversal a las áreas de negocios, TI y back office, con roles y procesos claros y definidos. Si se buscan resultados concretos a mediano y largo plazo, el uso de metodologías y procesos de gobierno son imperativos. La invitación es a que las compañías y las instituciones se sumen a esta cultura, que permite trabajar en la eficiencia y agilidad y confíe en el valor de contar con una administración centralizada brindada por especialistas, con un servicio de soporte y respuesta local rápido, eficiente y seguro. |