Danilo Candia.

¿Cómo ha sido la evolución de los procesadores?
Creo que la evolución más significativa se ha dado en la última década. Hemos visto que en el último tiempo están saliendo al mercado procesadores con más núcleos, por lo que se han dado saltos muy grandes en muy poco tiempo. Por ejemplo, en 2008 era toda una revolución contar con un CPU de cuatro núcleos, mientras que ahora un procesador de escritorio ya cuenta con 32 núcleos de procesamiento.

En este sentido, la evolución de los procesadores ha estado marcada siempre por las necesidades de los usuarios, un avance vertiginoso que actualmente apunta hacia la multitarea y la gestión de innumerables procesos y acciones al mismo tiempo. Estos requerimientos han definido nuestros procesos de diseño y fabricación con una velocidad impresionante.

¿Qué hitos tecnológicos han definido la industria?
Básicamente, el paso inicial para los procesadores que tenemos actualmente fue pasar de los sistemas integrados a las unidades de procesamiento que conocemos hoy. Pasar de un sistema donde los distintos sectores del procesador estaban dispersos en una placa para consolidarse en una pieza única, sin duda definió el estándar actual.

Otro de los hitos claves en esta evolución, es la innovación que lideró AMD con las Unidades de Procesamiento Acelerado (APUs), donde se logró incluir núcleos gráficos dedicados en el mismo chip del procesador, lo que cambió el paradigma del video integrado, pasando a tener núcleos gráficos reales que permitieron incrementar el rendimiento de aplicaciones y juegos sumando la potencia de los núcleos que ya tiene un CPU.

Otro logro destacable es el proceso de fabricación y de arquitectura donde AMD también ha sido pionera, lo que se refleja en pasar en tan solo un año de los 14 a 12 nanómetros y luego acortar la brecha de tamaño de fabricación a solo 7 nanó- metros en 2019. Aquí el tamaño del procesador físico se mantiene, pero la reducción de sus componentes permite albergar más y nuevas características, mejorando el consumo y la velocidad.

¿Cómo ve las tendencias en el futuro cercano de la industria?
Hemos visto que las tendencias también las van marcando las necesidades de los consumidores. El mercado del hardware y, en especial de los procesadores, continuamente está siendo definido por el software. Las aplicaciones que utilizan los usuarios van definiendo la capacidad y el rendimiento de los procesadores, generando una sinergia que trabaja en conjunto.

En cuanto a proyecciones, vemos que los fabricantes estamos apuntando hacia la eficiencia de nuestros productos, es decir, cuánto rendimiento nos está entregando un procesador en relación al consumo de energía. Eso se traduce en la reducción de la huella de carbono, que es tan relevante en nuestros días.

También vemos una tendencia hacia la segmentación, diseñando procesadores en base a las necesidades del consumidor, resultando en tecnologías que manejen automáticamente parámetros como frecuencias o temperaturas, configurándolas al tipo de trabajo que se está ejecutando.

En ese sentido, vemos un futuro encaminado al diseño y fabricación de procesadores cada vez más inteligentes, que puedan adaptarse a los requerimientos de uso en pro de entregar una experiencia al usuario cada vez más completa y satisfactoria.