Como es sabido, el Digital Signage es una solución compuesta por hardware (pantallas y otros soportes digitales) y software (contenido). En ambos niveles, la tecnología está hoy disponible en nuestro país y, en la última década, se han venido desarrollando continuamente proyectos con diversos grados de complejidad. De hecho, estas soluciones ya se han estado implementando en diferentes sectores económicos, como por ejemplo, en restaurantes y hoteles, para mostrar el menú o los diferentes servicios que se ofertan; en empresas, para comunicar mensajes a los empleados; en la industria, para la gestión en la prevención de riesgos; en museos, para orientar e informar acerca de las diferentes actividades del recinto.

Como explica Rodrigo Saavedra, Gerente General de IAB Chile (Interactive Advertising Bureu), las únicas barreras, al momento de diseñar un proyecto de este tipo, son la creatividad y el presupuesto. “Como en todo lo que tiene que ver con infraestructura tecnológica, Chile está bien desarrollado, en una categoría muy similar a las de Argentina, Colombia, Perú y Brasil, pero desde las posibilidades del soporte, la verdad es que hoy es posible agregar valor a la experiencia del cliente en todos los niveles”.

Rodrigo Saavedra, IAB CHILE.

Yanko Gallardo, UDLA.

Mariangella Castagnino, IDC CHILE.

En este aspecto, Yanko Gallardo, Director de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad de Las Américas (UDLA), agrega que falta mayor familiarización de las personas con esta tecnología y sus beneficios en usabilidad. “Actualmente hay muchísimas funcionalidades y características en la cartelería digital, pero no todas se ponen en práctica por falta de información y adaptación del público”.

Sin embargo, según Mariangella Castagnino, Analista Consumer and Commercial Devices de IDC Chile, uno de los drivers que han impulsado la adopción de esta tecnología es que el mercado está entendiendo su usabilidad.

En Chile, para Saavedra, la Cartelería Digital ha experimentado un crecimiento sostenido desde hace más de cuatro años, donde se han instalado múltiples soportes en supermercados, malls, aeropuertos, tiendas de retail y la vía pública para exhibir comunicación de marca.

Justamente, para Castagnino, una de las ventajas de esta tecnología es que se puede usar en cualquier industria para comunicar un mensaje, ya sea publicidad para comprar un artículo, mostrar los menús dentro de un restaurant de comida rá- pida de manera interactiva y/o, en el ámbito corporativo, dar a conocer actividades o noticias de interés, entre otros ejemplos. Aquí, como destaca la ejecutiva, “lo importante es que el contenido sea interesante, creativo y que enganche al público objetivo”.

Al respecto, el académico de la UDLA especifica que el contenido debe ser dinámico y con mensajes claros: “Hoy en día, el consumidor no espera que le vendan; el consumidor espera datos y experiencia que le aporte valor. Por eso, es clave entender que la tecnología en sí misma no impacta si detrás de ella no hay profesionales de las comunicaciones preocupados de empatizar con las verdaderas necesidades de sus audiencias”.

A juicio del Gerente General de IAB Chile, también hay que considerar que, aparte de estos ejemplos de usabilidad, existen una variedad de soluciones para agregar valor a la tienda física con una experiencia digital, “partiendo desde pequeños exhibidores digitales ubicados al costado de las cajas, hasta enormes instalaciones con tecnología mapping para espacios grandes o eventos específicos, pero sobre su uso en todas sus posibilidades, falta mucho camino por recorrer”.

Según la analista de IDC, si bien es cierto que durante el primer semestre de 2020 se produjo un fuerte retraso de la inversión para la toma de decisiones en proyectos de Digital Signage, se espera que con la “nueva normalidad”, estos proyectos se reactiven, principalmente en industrias como Salud, Finanzas y Retail. Por ejemplo, en el caso del comercio minorista, varias empresas ya están buscando este tipo de soluciones para hacer sus salas de ventas más interactivas.

En términos de desafíos para las marcas de Cartelería Digital, Castagnino cree que todavía “se debe profesionalizar este mercado”, porque existen varias empresas que aún están empleando televisores como pantallas para mostrar contenido.

“Actualmente hay muchísimas funcionalidades en estas soluciones, pero todas no se ponen en práctica por falta de información y adaptación del público con ellas. Tanto administradores como público final aún no están familiarizados con la tecnología y sus beneficios en usabilidad”, comenta Gallardo. “Por ello, muchas empresas prefieren recurrir a los medios tradicionales, pero sin duda alguna, la Cartelería Digital tendrá en un mundo post pandemia un papel aún más importante, ya que permitirá difundir al instante informaciones de salud, seguridad y prevención para todos los usuarios, además de ser un medio que, por su naturaleza, es mucho más responsable con el medio ambiente que por ejemplo la impresión de papelería o cartelería”, concluye.