Con la masificación de los teléfonos celulares y su evolución a smartphones, las  Fintech  se consolidaron definitivamente. Se convirtieron en una alternativa a los servicios financieros tradicionales, hecho demostrado en un estudio liderado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), junto a la aceleradora de negocios, Finnovista, que demostró que las empresas de tecnología financiera crecen sostenidamente.

Y más ahora. En circunstancias en que los bancos funcionan parcialmente, en horarios restringidos y limitados, la tecnología financiera permite procesar gran parte de las transacciones que, hasta antes de la propagación del Coronavirus en el mundo, se hacían en forma presencial.

Las Fintech, por su naturaleza ciento por ciento digital y flexible, están tomando un rol protagónico, porque ahora es cuando las personas requieren más que nunca servicios financieros en línea y acceso rápido a financiamiento. El gran mercado de las Fintech está potenciándose  facilitando los pagos, créditos y transacciones financieras, en tiempos en que las operaciones bancarias son imposibles de llevar a cabo presencialmente.

Definitivamente, las  Fintech  proliferan. Existen más de 112 mil en el mundo y crecen en valor. Más de un tercio de ellas son consideradas “unicornio”, es decir, que su valor de mercado es mayor a US$1.000 millones, y todas juntas, hoy, superan los US$147.000 millones.

Específicamente, las Fintech dedicadas al negocio de los medios de pago son las que más crecen en este momento. La economía está en franca digitalización, las compras web crecen significativamente y son las empresas de servicios financieros basados en tecnología las que procesan millones de procesos de pago diarios.

La tecnología en general y las Fintech en particular son anticíclicas en relación a la crisis provocada por el Coronavirus. Los sistemas de conectividad y teletrabajo crecen producto de la coyuntura que vivimos, y las Fintech penetran el mercado a alta velocidad, porque son el instrumento para digitalizar la economía, en tiempos donde prácticamente todo es digital.

Por esto, como proveedores de tecnología debemos ser capaces de garantizar la continuidad del negocio de las empresas, porque en estos momentos la operación ininterrumpida es más importante que nunca.