En la actual contingencia sanitaria, uno de los actores más afectados son las Pymes, que han sufrido una nueva caída después del estallido social. El tema es relevante, porque cerca del 70% del mercado nacional está constituido por las pequeñas y medianas empresas, quienes aportan un 20% del PIB. “Este panorama nos pone un desafío importante a la hora de acelerar el proceso de Transformación Digital y de capacidades digitales de las empresas, independiente de su tamaño”, comenta Ariel Vidal, Country Manager de The Valley Chile.
En los últimos meses, The Valley viene estudiando las necesidades de las Pymes en momentos de crisis, siendo las principales el crecimiento y el aumento en las ventas. Según Vidal, “para llegar a tal punto es fundamental replantearse el modelo actual y preguntarse si estamos sacando suficiente partido a las herramientas digitales que hoy existen”.
Para explicar cómo debería ser el proceso de transición a la transformación digital en este segmento, The Valley desarrolló cuatro ejes que las impactan directamente:
1. Impacto en la cultura de la empresa:
Es esencial entender que la disrupción digital trae consigo nuevos modelos organizativos, formas de trabajar y perfiles profesionales, así como la integración en una estructura convencional, donde la cultura y la gestión de personas toma aún más relevancia.
2.Impacto en la relación con el cliente:
Cualquier estrategia de Transformación Digital debe poner al cliente en el centro, ser capaz de levantar los “customer journey map” (mapa de viaje del cliente) identificando los puntos de dolor y utilizando las herramientas de Big Data para conocer mejor al cliente, y avanzar a la hiper personalización, integrando herramientas de Marketing Digital y procesos de negocio volcados a la experiencia en sí.
3. Impacto en los modelos de negocio:
Este es uno de los ejes más relevantes. Hoy se habla de la ambidiestralidad, es decir, que las empresas sean capaces de continuar con su negocio diario y en forma paralela, comenzar a pensar y diseñar los modelos de negocio del mañana, que incluso puedan estar en la adyacencia del negocio actual o directamente entrar en otro, integrar los canales físicos y digitales moviéndose a modelos más disruptivos.
4.Impacto en el desarrollo de productos y servicios:
Este eje es el más trabajado en las empresas chilenas. Se reflexiona respecto a la capacidad de desarrollar productos y servicios utilizando metodologías de innovación centradas en el usuario, empleando un esquema de desarrollo ágil que pueda agregar velocidad a la organización -y con eso ventaja competitiva-, incorporando tecnologías disruptivas como robótica, blockchain, machine learning, entre muchas otras.
A diferencia de lo que se supone, la aplicación de tecnologías no demanda un gran costo, pues existe variedad de tipos de software sin costo, herramientas de código abierto acompañado de un desarrollo de productos y servicios ágiles, lo que permite disminuir los costos y los tiempos de ejecución de soluciones de manera significativa.
“Este período se presenta como una oportunidad para que las empresas se reinventen, incorporen nuevas herramientas para captar clientes, utilicen plataformas de ecommerce o apps para continuar ofreciendo sus bienes y servicios a distancia de la misma forma que tuvieron que incorporar abruptamente el teletrabajo para seguir operando”, finaliza Vidal.
Artículo gentileza de The Valley. - https://thevalley.es/
