Pedro Capó.

En general, ¿qué se entiende por Transformación Digital?
La Transformación Digital se puede definir como la integración de las nuevas tecnologías en todas las áreas de una empresa para optimizar sus procesos, mejorar su competitividad, generar productos digitales y ofrecer un nuevo valor añadido a sus clientes. Esto puede implicar un profundo cambio en la forma de operar de la compañía, así como en los productos y servicios que ella brinda a sus clientes, transformando también su modelo de negocio.

La Transformación Digital implica un cambio en la mentalidad de los directivos y el capital humano de las organizaciones, lo que genera, indefectiblemente, un profundo cambio cultural en las compa- ñías. Es una apuesta de futuro hacia nuevos métodos de trabajo que aprovechen todo el potencial de la digitalización, pensando de manera distinta el negocio y sorprendiendo a los clientes.

¿Cuáles son sus ventajas para las empresas y para los clientes?
En primer lugar, podríamos decir que mejora la experiencia del cliente y su relación con la marca, debido a que:

• se logra una mayor capacidad para entender el sentimiento y motivaciones de los clientes con cada punto de interacción, tiempos involucrados y puntos de salida, y de este modo, permite anticiparse a las necesidades de los clientes.

• se logra actuar con transparencia e integridad, trayendo al cliente a la mesa de decisiones.

• al lograr generar productos y servicios cada vez más personalizados, el cliente siente una mayor identificación.


Además, impulsa la cultura de la innovación en la empresa; mejora la eficiencia de los procesos en las organizaciones, promoviendo un negocio más rentable, y contribuye a fomentar una organización abierta y colaborativa, basada en un estilo de comunicación interno más directo. Asimismo, proporciona una capacidad de respuesta rápida en un entorno cambiante y ofrece nuevas oportunidades de negocio, basado en el análisis de datos, y el entendimiento de las motivaciones y sentimientos de los clientes.

¿Cuáles son los pilares tecnológicos de este proceso de transformación?
La Transformación Digital no se trata solamente de tecnología; es una nueva forma de pensar el negocio y de sorprender a los clientes. Hoy por hoy, la Banca debe lograr que la organización piense en digital y genere valor de modo ágil para anticiparse a las necesidades de los clientes y sorprenderlos en su experiencia.

En everis, imaginamos un futuro desafiante para la Banca, definiendo un propósito para la transformación que conlleva una estrategia que involucre a toda la organización. No obstante, es relevante diseñar un plan de transformación digital concreto que combine las dimensiones de:

• Experiencia Digital de los Clientes

• Cultura Digital de la Organización

• Optimización de Procesos y Mejora de Competitividad


Apalancándose en aceleradores y herramientas tecnológicas como habilitadores: arquitectura digital, ciberseguridad, metodologías ágiles, que respondan a un plan estratégico; y den soporte a las nuevas tecnologías para potenciar el valor de la Información, resolviendo los retos que presentan la escalabilidad exponencial en materia de volumen, velocidad, variabilidad y seguridad, resolviendo las necesidades de Time to Market, para integrarse a terceros y formar un ecosistema financiero más fortalecido, y generando mejor experiencia con un alto nivel de personalización hacia sus clientes.

¿Cómo apoyan las tecnologías disruptivas a la Banca?
La innovación tecnológica debe partir de una estrategia que haga sentido al negocio y al cliente, ya que la tecnología por sí misma no es el verdadero disruptor.

Los dispositivos móviles, las redes sociales, la analítica y el Cloud han transformado los servicios financieros en los últimos años y se convirtieron en el foco de los bancos. Para los próximos años, llegarán otras que impulsarán una nueva ola de disrupción, que son los registros distribuidos o blockchain, inteligencia artificial, realidad aumentada y computación cuántica.

Estas tecnologías que se vienen adoptando lentamente, tendrán una aceleración importante debido a que contribuirán generando eficiencias en el modelo de negocios actual de la Banca.

Hoy en día, ¿cuáles son las demandas tecnológicas de los usuarios que debe satisfacer la Banca?
El sector se enfrenta a diferentes retos que ponen en riesgo su permanencia. Entre cambios generacionales, nuevos competidores y regulaciones, la Banca debe trazar un futuro sólido al diferenciarse en la excelencia en el servicio con enfoque en las necesidades del cliente. Sin una clara diferenciación y un beneficio que se empieza a percibir como “genérico”, el banco tradicional será desplazado por otros que brinden la experiencia que los clientes necesitan. La respuesta de los bancos ha sido, hasta el momento, insatisfactoria y los agentes de cambio que aprovechan esta ruptura son los emprendedores que generan servicios y tecnología especializados a nuevos mercados.

En este proceso de Transformación Digital de la Banca, ¿cuáles son los desafíos de seguridad?
Los consumidores confían en sus bancos y están dispuestos a proporcionarles sus datos personales a cambio de productos y servicios adecuados. Para mantener esa confianza, los bancos deben cambiar la manera en que enfocan la seguridad de la red, centrándose en un ecosistema más amplio. De aquí que los bancos deberán ser más proactivos respecto del enfoque de ciberseguridad.

¿Qué condiciones debe reunir un proveedor de soluciones para un proceso de Transformación Digital de la Banca?
Más allá de la tecnología, debemos entender que la Banca ha recorrido un camino hacia la digitalización y que nos encontramos inmersos en una era posterior a lo digital. Dicha era trae nuevos roles para todos y, como partner de muchos actores de la banca, hemos asumido el rol de colaborar con la definición de la estrategia digital y trazar el camino para aterrizar la misma dentro de las organizaciones. Basándose en su capacidad para integrar activos y aceleradores digitales, así como también dejar a la organización dotada de un nivel de conocimientos y cultura digital apropiados para seguir gestionando la evolución post digital.