Los eSports a la cima Por Jean Pierre Chávez, Retail Sales Manager de Intel Chile y Perú. Según la consultora especializada Newzoo, el mercado que generan los “deportes electrónicos” superará los US$1,1 billones a finales de 2019, con un crecimiento estimado de 26,7% anual, todo un hito para aquello que comenzó en un nicho y que hoy ha llegado a rivalizar con los deportes tradicionales, no solo desde la fanaticada, sino que también desde lo económico.
El campeón del último mundial de Fortnite, Kyle “Bugha” Giersdorf, se llevó al bolsillo poco más de US$3 millones, cifra que lo pone a la altura de otros deportistas de élite en la tabla general de facturación 2019, como es el caso del N°1 del mundo del tenis Novak Djokovic, o la leyenda del golf Tiger Woods. Sin embargo, aunque esta tendencia promete seguir el camino de crecimiento y romper sus propios ré- cords año a año, no nos dejemos enga- ñar por los números, porque si bien en el aspecto macro la máquina funciona, es en los engranajes donde muchas veces hay complicaciones. Apoyo ahora y en adelante Si bien es correcto afirmar que el camino para la consolidación práctica de los eSports ya está avanzado, gran parte de lo logrado ha sido a punta de gigantescos esfuerzos y enormes sacrificios monetarios, como es el caso de los mismos jugadores profesionales y sus familias, quienes en más de una ocasión han visto sus finanzas personales sumamente afectadas en pos de lograr el sueño del profesionalismo. Grandes inversiones que solo encuentran satisfacción muy adelantada la carrera. Todo esto refleja un obstáculo que debemos superar si deseamos que los eSports puedan continuar creciendo aún más: el apoyo de los actores de la industria. El torneo Intel Extreme Masters lleva 14 años impulsando los deportes electrónicos en todo el mundo. En este sentido, es fundamental que las grandes marcas de la industria eleven su compromiso con los eSports, no solo invirtiendo dinero como auspiciadores de equipos o partners de casas desarrolladoras, sino que aportando cada una desde su fuerte. Los productos y la innovación deben estar enfocados más que nunca en entregar beneficios a la escena competitiva y esto es gracias, en gran parte, a que los pro gamers nos desafían constantemente a desarrollar tecnologías cada vez más disruptivas, inspirándonos a ir siempre un paso más allá.
Con esto no solo se estará aportando en términos tangibles, sino que también se estará avanzando en el cambio cultural que la sociedad debe tener para que los eSports tengan finalmente cabida absoluta. Si aún hay quienes piensan que los jugadores profesionales de videojuegos son personas que “pierden” su tiempo, entonces comenzarán a darse cuenta de que son atletas de élite, con kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos deportivos y entrenamientos sumamente duros, tal como en cualquier otro deporte.
Y si aún hay gente que piensa que esto es solo una locura de pocos, entonces verán los millones de visitas en transmisiones de streaming y los estadios repletos de fanáticos esperando la final de un torneo de su título favorito (como olvidar el escenario del “Nido de Pájaro” para el Worlds 2017). Demostrar una realidad irrefutable: ese es el objetivo. |