¿Qué haría una empresa sin información? Hoy en día, la data es el nuevo “petró- leo” de las organizaciones. Las distintas tecnologías informáticas permiten a la empresa mantener su productividad a través de transacciones electrónicas de sus distintos sistemas: muchas comenzaron con aplicaciones sencillas basadas en interfaces de texto, evolucionando hasta tener plataformas basadas en la Web o con interfaces grá- ficas interactivas. Del mismo modo, la data también pasó de ser utilizada en archivos planos, a depositarse en grandes repositorios de información estructurada o no estructurada.

Hoy en día, las aplicaciones están sufriendo una migración natural hacia nuevas infraestructuras, tanto en ambientes virtualizados como hacia proveedores de Cloud Computing. En ese sentido, las aplicaciones tradicionales mantienen su dependencia a un sistema operativo -tales como Windows o Linux-, pero ¿cómo podremos evolucionar nuestras aplicaciones para aprovechar conceptos de Nube?

Llegaron los “contenedores”

La “Cloud Native Computing Foundation” (CNCF) tiene la respuesta, mostrando un camino para construir aplicaciones basado en “Contenedores”, en el que se genera un ambiente con independencia del sistema operativo y que pueda correr en cualquier infraestructura.

El concepto de “Contenedor” es una abstracción de la aplicación, prácticamente es el código empaquetado con todas las instrucciones para ejecutar. Un contenedor puede conversar con otros contenedores o crear clústers; este dinamismo y flexibilidad ha permitido que grandes empresas como Google y Facebook los utilicen para construir sus sistemas.

Podemos encontrar tres ventajas importantes de los contenedores: son rápidos de implementar, son ligeros, y finalmente son portables sobre cualquier infraestructura. Docker, Pivotal y Kubernetes, son los referentes de mercado en esta materia, y varios vendors ya están incorporando compatibilidad con esas plataformas, tanto en sus infraestructuras, como en sus sistemas de monitoreo, respaldo y seguridad.

Aprovechemos estas nuevas tecnologías para comenzar a transformar nuestras aplicaciones tradicionales y crear nuevos ambientes tecnológicos basados en la innovación. Si logramos innovar, es probable que también generemos que nuestro negocio se vuelva disruptivo.