Primero, comenzaremos por entender y conocer qué es el Big Data, cuál es su potencial real y cómo podemos tomar mejores decisiones en base a los datos almacenados. El Big Data es un conjunto de datos de gran tamaño y más complejo, pueden ser datos estructurados o no estructurados, especialmente procedentes de nuevas fuentes, como por ejemplo videos, imágenes, like’s de Facebook, ventas por Internet, etcétera. Estos datos son tan voluminosos que los softwares tradicionales de procesamiento de información no soportan tal cantidad de registros.

Pero si es que llegan a procesarse pueden detectar problemas empresariales que antiguamente no hubiera sido posible analizar.

En términos generales, la tendencia del Big Data representa una posibilidad de tomar mejores decisiones,  pues con el auge y evolución de las tecnologías, se ha empezado a generar una cantidad alarmante de datos día tras día. Estos pueden llegar, incluso, a superar la capacidad analítica humana. Su importancia ha sido tal que actualmente el 40% de las empresas ya utiliza el Big Data a nivel nacional.

Antes de la irrupción de esta tendencia los datos eran un activo relativamente importante para las empresas. Sin embargo, hoy es uno de los activos más relevantes y críticos para todas las organizaciones, pues su análisis puede ayudar a reducir costos de producción, optimizando partes críticas de los procesos empresariales, así como ayudar a mejorar la experiencia de los clientes e incluso emprender nuevos retos de negocio.

Aunque la tendencia del Big Data puede ser aprovechada por cualquier empresa, independientemente del sector económico en la que se desenvuelva, hoy en día existen algunos sectores específicos que han sabido explotar de mejor manera las infinitas posibilidades de los datos (banca, retail y empresas de telecomunicaciones).

A medida que las empresas diseñan sus estrategias por diversos canales, el volumen de datos no deja de incrementarse de forma exponencial. Esta gran masa de datos en aumento se puede traducir en conocimiento, el cual puede ser utilizado para la toma de decisiones bien fundamentadas en caso de que la empresa sepa interpretar correctamente los resultados y los aplique de manera efectiva. De este modo podrán apreciar mejoras exponenciales en los resultados corporativos.

Entre los beneficios de esta tendencia, destaca una mejor comprensión de los clientes, lograr una mayor penetración en los mercados, así como contar con más criterios para identificar y clasificar sus riesgos.

Algunas tecnologías gratuitas, como Hadoop y R, pueden ser un gran complemento a la hora de utilizar softwares gratuitos con gran potencial de crecimiento y bajos costos de implementación (dependiendo de la envergadura del proyecto). Asimismo, existen otras herramientas muy poderosas, como SPSS o SAS, las cuales son licenciadas. Es importante mencionar que la experiencia y conocimientos de los recursos que participan de este tipo de implementaciones son, por lo general, equipos de trabajo multidisciplinarios, como ingenieros, informáticos, entre muchos otros, los que trabajan en conjunto para llevar a cabo la correcta implantación de un proyecto de Big Data.

Y como es muy relevante contar con la experiencia o conocimiento del negocio es muy necesario que participen uno o varios representantes, así como encargados de tomar las decisiones corporativas para encausar el correcto uso de los resultados.

En conclusión se espera que en 2020 el Big Data tenga un gran impacto en las compañías nacionales e internacionales, y que la inversión en estas áreas se incremente considerablemente. Asociado a esto surgirán nuevas oportunidades de empleo, con recursos cada vez más especializados en las áreas de BI (Inteligencia de Negocios), siendo muy requeridos los perfiles de Data Scientist o ingenieros matemáticos con experiencia en TI. Es por ello que las universidades e institutos ya están comenzando a adaptar sus mallas académicas, e impartir nuevas carreras orientadas a esta tendencia.