Dentro de los objetivos de desarrollo sustentables de una organización, el impacto que tiene el Green IT puede llegar a ser enorme. En las instituciones las métricas de Responsabilidad Corporativa y Sustentabilidad son de directa consecuencia para ser reconocidas dentro de sus rubros.

Solo basta verificar si la empresa cuenta por ejemplo con certificaciones como ISO 14001 (Ambiente), OHSAS 18000 (Salud y Seguridad); e ISO 26000 (Responsabilidad Social), entre otras.

“Los sistemas TI tienen una importancia preponderante dentro de la organización y en los índices de madurez tecnológicos en los cuales se desearía estar”, afirma Jorge Canales, Docente Escuela Informática y Telecomunicaciones Duoc UC (Plaza Norte). “Pongá- monos a pensar, por ejemplo, en cuánto se podría reducir la impresión de papelería en una empresa si utilizáramos una solución que nos permita administrar y mejorar un proceso de negocios en el cual ya no necesitáramos firmar o imprimir un documento, sino archivarlo o procesarlo digitalmente”, reflexiona.

Reinalina Chavarri, Directora Observatorio de Sostenibilidad Unegocios FEN Universidad de Chile, sostiene que la principal importancia para una organización es “ofrecer soluciones TI a procesos que tienen alto impacto en el medioambiente o en productos cuyo destino final recae en clientes generando residuos que se trasladan de canales de distribución (retail o cadena de suministro) intensiva en impactos socioambientales”.

Chavarri agrega que otro beneficio relevante de las soluciones “verdes” es poder transformar a las empresas en fuentes de solución a los problemas que enfrenta la humanidad, “disminuyendo riesgos de inversionistas o de otros grupos de interés afectados por los procesos de servicios o productos que ofrece una compañía determinada”.

Para Christian Dettleff, Business Manager Cono Sur Epson Latinoamérica, entre las principales ventajas que genera el Green IT se encuentran la disminución de CO2 y de consumo energético, además de generar una menor huella de carbono. “Las tecnologías que son más sustentables no solo ayudan al ecosistema, sino que además generan un mayor impacto económico, especialmente en materia de costos”, asevera.

Benjamín Gatica, Epson.

Christian Dettleff, Epson.

Reinalina Chavarri, Universidad de Chile.

Jorge Canales, DuocUC.

A su vez, Benjamín Gatica, Channel Manager VAR Epson Latinoamérica, añade que hay muchos edificios hoy en día que se están certificando con sistemas LEED, motivo por el cual la disminución del consumo energético que generan las soluciones Green IT resulta un factor clave para obtener una certificación de edificios sostenibles. “El reciclaje de desechos es otro tema no menor, especialmente disminuyendo la producción de estos”, afirma.

El concepto de Green IT lleva casi 25 años dando vueltas desde su concepción inicial, asegura Canales, y basta solo con darse cuenta al observar la “búsqueda de la eficiencia de sus procesos” y en el consumo interno de sus recursos, apoyándose en la tecnología. “Partamos por lo simple para ejemplificar: cuando vas a una reunión y te encuentras con impresoras de reducido consumo, sistemas de colaboración de reuniones, iluminación más eficiente, optimizaciones en tiempos de espera, uso de detección de huella dactilar o rostro, cambio a tecnologías de voz sobre IP e inalámbricas que reducen la cantidad de infraestructura de red requerida, disminuyendo costos en el corto y largo plazo, contribuyendo también a la reducción del impacto o huella ambiental”, ejemplifica.

Las organizaciones y empresas, en general, hace un buen rato se dieron cuenta de que pueden aprovechar iniciativas TI como un catalizador para poner en marcha sus planes de sustentabilidad, tomar medidas proactivas de reducción de costos y consumo de energía, y convertirse en un verdadero socio con el negocio, añade Canales.

“Por lo tanto, las TI pueden impulsar nuevas ventajas competitivas: mejorar retornos por reducir costos de energía, productividad mejorada de sus fuerzas de trabajo, posicionamiento de sus marcas ante mercados y personas, mejoras en requerimientos regulatorios y medioambientales”, enumera.

De acuerdo con lo que señalan los entrevistados, entre los factores que han impulsado el desarrollo de sistemas Green IT destacan no solo el desarrollo tecnológico, sino que además transparencia de información, importancia de cómo producir y consumir de manera responsable, cambio climático, reducción de emisiones contaminantes; seguridad alimentaria y nuevos modelos económicos.

Actualmente, agregan, las empresas y sectores que están dando mayor relevancia a este tema son mayoritariamente retail, salud, transporte y logística, servicios de alimentos, minería, recursos naturales, educación y Gobierno, entre otros.

“Principalmente pienso que se espera apurar el paso en soluciones que disminuyan emisiones de CO2; ofrezcan eficiencia energética; reutilicen o manejen residuos evitando lleguen a vertederos formales o informales y por supuesto reduzcan el consumo de agua dulce como también provocar un bajo impacto en los ecosistemas”, detalla Chavarri. “El capital natural hoy es fuente de riqueza. Allí la tecnología tiene su mayor desafío, es decir, cómo producir con responsabilidad”, agrega.

Respecto a la preocupación de las empresas locales por contar con sistemas verdes, Gatica afirma que, en general, hoy en día las distintas firmas están incorporando el tema de la sustentabilidad. “En el segmento de impresión, específicamente, lo que se está observando es que esta es una tendencia transversal en todas las industrias.

Obviamente, hay segmentos donde los componentes sustentables son más importantes, pero es claro que en este caso el mercado va hacia la tecnología de inyección de tinta”.

Según agrega Dettleff, lo que se está viendo es que las nuevas generaciones que componen la fuerza laboral son mucho más conscientes de este tema y evalúan con mayor énfasis aquellas TI que son más eficientes. “Es más, estos jóvenes están priorizando trabajar en aquellas empresas que reflejen esta realidad, que son más responsables de lo que pasa en la sociedad”.

“La sustentabilidad como parte de un todo, llegó hace tiempo no solo como una tendencia, sino más bien como concepto para quedarse en las empresas locales; quien no lo considere como un punto importante dentro de su plan de transformación digital, pone en riesgo la continuidad de su negocio”, vaticina Canales.

En Chile, muchas empresas han recogido buenas prácticas basadas en estándares internacionales como lo son Green Grid (eficiencia energética en data centers y procesos de negocios); Climate Savers (iniciativas para la reducción de CO2); SNIA Green Storage Initiative (industria del almacenamiento), Energy Star (eficiencia energética de monitores) y en menor medida GSTF Certification on Green IT and Sustainability, entre otros.

Según Canales, son muchos temas que se plantean como desafíos para las tecnologías verdes, sin embargo, afirma, vamos por buen camino: “Si nos ponemos a pensar en la contingencia actual y global, podemos mencionar el incremento de la población mundial, impactos ambientales y la necesidad urgente de minimizar consecuencias, preservación de recursos naturales (agua, por ejemplo), economía globalizada, eficiencia de la fuerza de trabajo, cambios en escenarios geopolíticos regionalesglobales, contribución de las Pymes al medioambiente, etc”.

Gatica asegura que, sin lugar a duda, hoy en día el Green IT es claramente un aspecto diferenciador e, incluso, muchas industrias ya lo están exigiendo, al igual que diferentes gobiernos. “Por tal motivo, esto genera una clara oportunidad de marcar diferencias para el canal de distribución y poder entrar a nuevos mercados; en verticales como minería, por ejemplo, donde hoy es una exigencia”.

Respecto a este tema, Dettleff sostiene que el canal es capaz de acceder a más cuentas de las que les podría permitir tecnologías que están teniendo cada vez más restricciones. “Las barreras medioambientales en minería son cada vez más fuertes. Con esto, el canal se asegura poder pasar todas estas dificultades y poder ofrecer más alternativas a ese tipo de clúster”.

Para Chavarri, el reto pasa por identificar problemas esenciales para la vida humana: hacer más eficiente la cadena logística, incorporando medios de transporte menos contaminantes o más eficientes; manejo de datos y criterios éticos para el uso de los mismos, especialmente de aquellos que se refieren a las personas naturales.

“Nada de esto será posible en aquellas poblaciones que no tengan las competencias o educación necesarias en la usabilidad de estas tecnologías, especialmente cuando existe aún muchas personas sin conexión a Internet o con bajo uso de TI disponibles. La brecha tecnológica es un desafío ético”, concluye.

Como reflexión final, Jorge Canales hace mención de un reportaje del Green European Journal, donde se plantea que el desafío que se viene a nivel tecnológico es el desarrollo de algoritmos para la “creación de un futuro más justo”, donde hay muchas implicancias en la utilización de las TI, consecuencias en el medioambiente y a qué sectores de la población puede impactar. “Con la tecnología actual, tenemos en vigencia el concepto del Internet de Las Cosas, que es una parte de las tecnologías verdes, pero también podríamos llegar a pensar en el siguiente eslabón: la Internet de los Humanos (IoH), donde ya se están comenzando a plantear nuevos desafíos.