Carlos Marín.

¿Cuáles son los principales mercados y áreas que atienden con este tipo de proyectos?
Principalmente, trabajamos con firmas publicitarias “clásicas”, es decir, aquellos que comercializan sus productos a través del retail, salas de ventas o Internet, y con clientes que utilizan este tipo de soporte para desarrollar contenidos asociados a comunicaciones internas.

En términos de mercados, trabajamos con organizaciones de Salud, Educación, Automotriz y Retail. Asimismo, los segmentos asociados a Tecnología y Consumo Hogar, junto al mercado infantil, son tres áreas muy potentes que están creciendo mucho a nivel local. En particular, nuestra apuesta se concentra en ofrecer soluciones de alta gama basadas en el arriendo mensual de este tipo de servicios.

¿En qué grado de desarrollo se encuentra el Digital Signage en Chile?
Si nos referimos al digital signage como el envío de contenidos a través de una pantalla con el fin de dar a conocer cierta información, estos productos existen hace ya algún tiempo, pero en los últimos dos años, este mercado ha evolucionado notoriamente, ya que hoy es capaz de entregar una solución más integral.

Paulatinamente, se han ido superando ciertas trabas como, por ejemplo, el tipo de software o licencias que se deben utilizar, quién opera el sistema y a través de qué medio. Con el tiempo, esto se fue solucionando a través de la tecnología, y actualmente la administración de los contenidos se puede hacer de manera remota. De este modo, el cliente se despreocupa de todos los componentes asociados (que quedan en manos del proveedor), existiendo hoy soluciones estables y robustas para que los usuarios puedan enfocarse exclusivamente en cómo el Digital Signage los ayuda a mejorar su negocio.

¿Cuáles son las barreras más comunes al desarrollar un proyecto de este tipo?
El principal inconveniente proviene del temor que genera el costo de un proyecto, lo que puede ser más un prejuicio que una realidad concreta. Entonces, nuestro desafío es comunicar de mejor forma los beneficios y ventajas de esta tecnología y educar al cliente sobre ellas.

El componente más costoso de estos sistemas está asociado a la pantalla, ya que se debe utilizar una unidad profesional. También, el tótem en sí mismo se lleva una carga importante de costo.

Lo importante es que, en general, las soluciones están en Chile; los fabricantes más importantes de este mercado están disponibles con sus productos a través de mayoristas y resellers a precios muy similares a los que se ofrecen afuera: en promedio, a nivel local, una pantalla debería estar en un valor de US$1.000 y el proyecto integral puede llegar a cerca de US$2.500.

Obviamente, para empresas más pequeñas, esa cifra puede llegar a ser mucho más alta; sin embargo, existen alternativas de financiamiento vía arriendo mensual, como las que ofrecemos en Digital Sign, que permiten acceder a estas tecnologías más fácilmente.

¿Cuánta asesoría necesitan los clientes?
Me parece que para los proveedores existe hoy en día una serie de oportunidades, ya que la mayoría de los clientes no tiene un conocimiento acabado de cómo opera esta tecnología. Lo que realmente ve es una simple pantalla que muestra contenidos. Incluso, muchos lo utilizan de manera manual, por ejemplo, a través de un DVD, pendrive o cables, donde alguien debe encender los equipos y las pantallas.

El sistema no es complejo, por lo que el usuario entiende y conoce sus características generales, pero todavía no logra tener un entendimiento avanzado de todo lo que pasa detrás, en lo que se refiere a sus detalles de operación.

En ese sentido, ¿están las empresas aprovechando el potencial de esta tecnología?
Durante prácticamente todo este año me tocó vivir en Canadá, y pude apreciar que estas soluciones están en todas las tiendas, sin importar el tamaño. En ese país, ya entendieron que la cartelería digital es capaz de solucionar muchas problemáticas y que los sistemas funcionan perfectamente y a precios muy razonables. Y eso es algo que acá aún no ocurre, por lo cual su potencial es enorme.

¿Quién desarrolla el contenido de estas plataformas? ¿Es un valor agregado del proveedor?
Nuestra empresa, al menos, desarrolla contenidos en esta materia. Y ese tipo de acciones ayudan a que la industria baje las barreras y prejuicios al respecto, ayudando al cliente a facilitar su trabajo, dejando en nuestras manos este tipo de servicios asociados.

En ese sentido, nuestra empresa entrega una solución paquetizada, de acuerdo a la realidad particular de cada usuario, para resolver todos sus problemas o disyuntivas. Es esencial señalar que las aplicaciones que incluye el software de los tótems (información de noticias, financiera o del clima, entre otras) están todas cubiertas.

¿Cuáles son los desafíos más relevantes a corto plazo?
Para nuestra empresa, resulta clave poder liderar este proceso de cambio de las versiones manuales a las soluciones de cartelería digital en grandes cadenas (bancos, farmacias, retail), ya que aún cerca del 80% del mercado está utilizando tecnología antigua. Específicamente, en el segmento retail, apostamos a evolucionar la góndola con soportes que permitan interacción con pantallas.

Por último, nuestro tercer objetivo es poder levantar circuitos de pantallas donde el modelo de negocios sea monetizar a través de venta de publicidad o espacio online. Es decir, la idea es que el propio cliente acceda a un sitio eeb eligiendo el inventario de pantallas disponibles según sus necesidades y compre en línea.

Mayor información: www.digitalsign.cl