¿Qué factores han impulsado la adopción de la nube híbrida en nuestro país?
La nube híbrida comenzó a ser un tema relevante a fines de 2017 en Chile, incluso más potente de lo que fue en su momento el cloud público o los ambientes privados. De acuerdo a un estudio que llevamos a cabo recientemente a cerca de 100 empresas del segmento corporativo local, las razones que las llevan a adoptar soluciones en la nube se basan principalmente en dos factores: poder tener acceso a nuevas funcionalidades de manera más expedita y la capacidad de elasticidad de los recursos.

En el caso nube híbrida, existen ciertas herramientas o aplicaciones del negocio (core business) que no funcionan de la mejor forma en la nube. Un ejemplo concreto, es el caso del sector financiero. Por lo tanto, lo que las compañías hacen es mantener ciertas aplicaciones “on premises” y otros elementos menos sensibles en la nube pública.

¿Cuáles serían las principales ventajas y desventajas del cloud híbrido?
Nosotros concordamos plenamente en que no todo será Cloud. Por lo tanto, me parece que la principal fortaleza radica en que una modalidad híbrida permite un mayor control en cuanto a lo que las empresas desean mantener internamente y externalizar aquellas cosas que son menos sensibles. Por ejemplo, la mayoría de las compañías no tienen ni el conocimiento interno ni tecnológico para montar escenarios de analítica (valga decir que tampoco es el core de su negocio). Por lo tanto, para ellas, el invertir en equipamiento y recursos humanos para crear su propia área de analítica, no vale mucho la pena, porque dicho tipo de ambiente ya lo ofrece un proveedor de tecnologías. A su vez, las desventajas podrían centrarse en factores tales como la latencia (la suma de retardos temporales dentro de una red), así como la privacidad y seguridad de los datos. A esto se suman siempre los elementos culturales de las organizaciones.

¿Se ve una mayor migración hacia servicios de nubes públicas en Chile?
Las empresas tienen un ciclo de madurez para la opción de la nube. Las primeras herramientas que se incorporan al cloud público son productividad y colaboración; luego se sustituyen compras de servidores físicos por consumos de IaaS (Infraestructura como Servicio). Lo que viene serán ambientes más paquetizados para hacer analítica o montar bases de datos.

Hay un estudio que realizamos en 2017, referido a las herramientas de cloud que prefiere tener implementadas el usuario en su compañía, que revela que la intención de mantener soluciones de cloud híbrido llega a aproximadamente un 4%. A su vez, un 22% de las firmas prefiere “seguir empleando el ‘on premises’ tradicional”, mientras que un 8% está “pensando mantenerlas en servicios de outsourcing” y un 40% “en moverse a Cloud” (en un plazo menor a un año). Por último, un 4% de ellas piensa “combinar ambientes en la nube con sistemas ‘on premises’”. Lo más relevante es que hasta hace solo un par de años, ese 4% simplemente no existía o era bastante inferior.

¿Qué combinación es la más usada en Chile?
Cuando hablamos de ambientes IaaS, referido al consumo de infraestructura sin ningún tipo de desarrollo, podemos observar que la combinación más típica está relacionada entre “on premises” y nube pública. En ese sentido, también se relaciona con lo que llamamos el outsourcing tradicional, que en el fondo constituye el servicio de data center.

La diferencia sustancial entre este tipo de sistema y la nube, es que la infraestructura de un data center no es elástica o no tiene pago por uso. Por eso, las empresas mantienen esta figura por distintas razones como, por ejemplo, el hecho de que tienen contratos integrales de servicios.

¿Qué recomendaciones y buenas prácticas se pueden entregar para implementar y gestionar una nube híbrida?
En la actualidad, existen herramientas de administración de recursos entre nubes y/o escenarios “on premises”, que facilitan y orientan el uso de nubes en función de los parámetros que se definan (precio, performance, elasticidad de recursos).

Lo más relevante es revisar si los desarrollos que han llevado a cabo las empresas durante el último tiempo son compatibles con los ambientes Cloud. Es muy probable que industrias específicas como la banca, aseguradoras o Isapres, ya hayan desarrollado sus propias aplicaciones en los últimos cinco años. Cuando eso ocurre, esos sistemas no siempre son compatibles con la nube.

Entonces, después de haber generado una gran inversión, se ven enfrentadas a la disyuntiva de cambiar y adquirir una solución “World Class” o mantener lo que han hecho. Si se platenan la primera opción, se debe considerar si lo van a llevar 100% a la nube, lo harán en un ambiente local o contratarán infraestructura.

También resulta muy importante considerar qué tan capacitada está su área TI dentro de la empresa y, además, revisar si todo este ambiente es crítico o no para la operación del negocio. Si lo es, la sugerencia sería hacer un roadmap lento hacia la nube.