Por Christian Sfeir, Director de Servicios Cloud de Microsoft Chile.

Esta nueva revolución, cuyo pilar es la información, se ve acelerada por factores como el Big Data, Tecnologías Cloud e Inteligencia Artificial. Estos ya no son conceptos lejanos; están entre nosotros y son de amplio uso. En este contexto, las empresas e instituciones se ven enfrentadas al desafío de transformar tecnológicamente su negocio, adaptándolo a las nuevas necesidades de un entorno cambiante. Si bien este camino tiene diversos desafíos -como aplicaciones antiguas, flexibilidad, hardware legacy, seguridad, entre otros-, ofrece, sobre todo, grandes oportunidades.

Como mapa de ruta, tenemos que hacernos unas preguntas de base: ¿cómo puede una empresa en este contexto cambiante mantenerse al día, segura y en control? ¿Es rentable desarrollar las capacidades tecnológicas internas cuando al poco tiempo estarán obsoletas?

La respuesta no es simple, pero hay un factor común y es el hecho de que las empresas se deben enfocar en su misión de negocio y abrazar la tecnología como un habilitador (como lo es un pincel para el pintor o el micrófono para el cantante). Ésta debe cumplir su labor de sacar el mayor potencial que cada empresa puede ofrecer a sus clientes.

Figura 1.

Si nos basamos en modelos de priorización como el de Eisenhower, podemos construir lo siguiente:

En el modelo anterior vemos que el cuadrante 1 representa el foco de negocio o la misión. Esto es lo importante para la empresa y es donde debe enfocar todos sus esfuerzos (por ejemplo, salvar vidas para el caso de una clínica u hospital). Luego, vemos los cuadrantes 2 y 3 donde existe urgencia o importancia, pero no necesariamente es el foco de la compañía. En estos existe una oportunidad para externalizar tareas, por ejemplo, la administración de servicios TI.

La mayoría de las veces, la gestión de los servicios de tecnología no es foco de la empresa, y aun así invierten mucho tiempo en mantener sistemas tecnológicos e infraestructura base (hardware, bases de datos, sistemas operativos, etc.). La tecnología debe ser una herramienta que habilite el cumplimiento de la misión de la empresa, pero no un distractor.

Para ayudar en esto, existen firmas que ofrecen Servicios Administrados (llamados “Managed Service Provider” o simplemente “MSP”), cuya misión es dar un buen servicio TI a sus clientes, generándose así una cadena de valor, como la que se aprecia en la figura 2.

Figura 2.

Un Managed Service Provider es quien ayuda al cliente en la transición hacia este nuevo paradigma tecnológico. Desde consultoría hasta migraciones, operaciones y administración, son algunos de los beneficios que pueden obtener los clientes. La base de un proveedor de servicios manejados es justamente “el servicio”.

La nube está transformando el TI tradicional más rápido de lo que pensamos. Una de las mayores oportunidades que los proveedores de servicio tienen en frente es ayudar a sus clientes a navegar por las ofertas en la nube y gestionar sus ambientes tecnológicos. Ya sea que el modelo de negocio principal sea consultoría, integración de servicios, hosting u otro, este nuevo paradigma ofrece una oportunidad para agregar una nueva línea de negocio de margen alto y recurrente.

Recordemos que el modelo de servicios administrados no es nuevo. Por más de 20 años, las empresas han confiado en proveedores de servicio para gestionar sus activos de TI. Sin embargo, en este nuevo mundo cloud se requiere una nueva metodología, una que se centre en la escalabilidad, elasticidad y automatización.

Para los CIOs, esto representa un cambio de paradigma respecto a cómo gestionan TI en sus organizaciones (conceptos como hiper-escala, resiliencia, gobierno de datos y ciberseguridad son cada vez más frecuentes), mientras que para los Managed Service Providers, esto significa transformarse en un “Cloud Managed Service Provider”, que se diferencia de uno tradicional a través de la construcción de prácticas en torno a DevOps, automatización y diseño de aplicaciones nativas cloud.

Una empresa que logre transformarse en un Cloud Managed Service Provider puede llegar a obtener márgenes netos de un 50%, mientras que por servicios profesionales rondan el 40% y solo un 15% en reventa de servicios. Estos márgenes pueden ser mayores a medida que se logran mayores escalas y automatizaciones. Todo lo anterior junto al beneficio de un ingreso recurrente (menor riesgo) y relaciones más profundas con sus clientes finales, indican que su adopción es una real inversión a las gestiones de la firma.

Como hemos revisado, hoy existe más que nunca una gran oportunidad para que las empresas se enfoquen en su negocio, dejando a especialistas en entrega de servicio lo referente a TI (al menos una parte). El CIO cada vez debería tener un rol más de gestor de contratos de servicio y menos de ejecutor de proyectos TI. La invitación es a que cada empresa pueda clasificar sus actuales inversiones de tiempo, buscando espacios que se pueden delegar para obtener más dedicación a sus clientes y el cumplimiento de la misión.