El tablero táctil del “K-Byte”, de la marca Byton, permite ver televisión y acceder a la Web, mientras el auto se conduce solo.

Entre el 13 y 15 de junio pasados, se realizó en Shanghái (China) la cuarta edición de este evento, una verdadera vitrina de la vitalidad y profundidad del ecosistema tecnológico que ofrece hoy en día el continente asiático, especialmente el país anfitrión. En los cinco pabellones de esta exposición, más de 500 compañías (tanto de Asia como de otras latitudes) dieron a conocer sus novedades en Realidad Aumentada/Virtual, Wearables, Robótica, así como otras tecnologías más vinculadas a la movilidad, a los vehículos e, incluso, a la salud, entre otros ámbitos.

“Esta exhibición no es parecida a la de Las Vegas en muchas formas”, explicó Gary Shapiro, Presidente y CEO de la Consumer Technology Association (CTA), asociación gremial que organiza los eventos CES. “Para participar en este evento, tienes que ser innovador o tener una marca muy conocida”.

Fue así como dos de las temáticas prácticamente “omnipresentes” en la exposición fueron la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), pues han hallado su hogar en una gama muy diversa de productos. Por ejemplo, en el keynote inaugural, Zhou Houjian, Presidente de la marca china Hisense, además de anunciar televisores capaces de presentar imágenes más nítidas (incluso cuando se trata de deportes con movimientos rápidos, como el fútbol), dio a conocer el AI TV, un televisor que incorpora reconocimiento facial.

Aprovechando su patrocinio de la Copa Mundial de Rusia 2018, la marca preparó este dispositivo para identificar a solicitud del usuario a los 736 jugadores participantes en el evento y buscar en Internet biografías completas, estadísticas y noticias relacionadas. Incluso, permite comprar en línea las poleras del jugador en cuestión. De hecho, estas capacidades van más allá del deporte. Zhou afirmó que el usuario podría a futuro preguntar por un actor, una prenda de ropa o un lugar específico que esté viendo en el programa y acceder a más información o a una tienda en lí- nea. Además, ya viene equipado con reconocimiento de voz, facilitando la interacción entre el equipo y el usuario.

Por su parte, Alibaba A.I. Labs (uno de los brazos de I+D del gigante chino) presentó el ecosistema que está construyendo alrededor de Tmall Genie y su asistente digital, AliGenie. Su directora, Miffy Chen, sostiene que la industria no ha evolucionado para seguir las expectativas del usuario y que la interfaz del IoT necesita mejorar. “La IA es el ángulo que une la IoT y la interacción con el usuario”, indicó. Contando ya con varias marcas de electrodomésticos, su ecosistema de partners “TMall Genie AI Union”, también compartirá mejores prácticas para el diseño de interfaces de usuario para que los usuarios “pasen menos tiempo aprendiendo a usar las máquinas”, como señaló Chen en su presentación.



No obstante, uno de los anuncios más relevantes de la compañía fue la alianza lograda con MediaTek (MTK) para desarrollar un módulo Bluetooth Mesh para productos IoT, que usa menos energía, permite crear redes ad-hoc entre los dispositivos (es decir, se pueden conectar entre sí sin necesidad de acceso a Internet) y es más barato que los de Wi-Fi. De hecho, su precio es aproximadamente US$1, y la ejecutiva anunció que Alibaba incentivaría el uso de esta tecnología por medio de un subsidio a la venta de los primeros 10 millones de dispositivos.

“Creo que la Internet de las Cosas será la inteligencia de las cosas, las máquinas aprenderán unas con otras, y ese es solo el punto de partida para nosotros. Esperamos cambiar toda la industria en el futuro y también queremos llevar la humanidad a las máquinas”, finalizó Chen.

En CES Asia 2018, cientos de vendors mostraron sus novedades en robots de compañía, drones, headsets de realidad aumentada, electrodomésticos “inteligentes”, impresoras 3D (incluyendo había un modelo para imprimir pequeños reemplazos para el cuerpo humano), wearables, televisores, proyectores multimedia, sistemas de audio (incluyendo audífonos de tecnología de conducción ósea), así como decenas de fabricantes de productos y componentes OEM.

Sin embargo, una de las novedades que acaparó las miradas de los asistentes fue el “K-Byte”, un sedán inteligente de la marca Byton. Si bien aún es un prototipo, su tablero táctil permite ver televisión y acceder a la Web, mientras el auto se conduce solo, transformándose en una suerte de extensión de nuestro espacio de entretenimiento. Y al parecer, es una tendencia que avanza sólidamente, pues el “K-Byte” no estaba solo: había otras compañías ofreciendo autos inteligentes, sistemas de entretenimiento avanzado para vehículos, así como para el Internet de los Vehículos (IoV, por sus siglas en inglés).

En todo caso, este es un resumen es una brevísima muestra del energético ecosistema tecnológico de Asia, que también posee una variada oferta para el canal de distribución de alrededor del mundo, permitiéndoles expandir su mix de manera imaginativa.