En 2014, Microsoft publicó una información en la que declaraba que cerca del 44% de la electricidad que utilizaban sus datacenters provenía de fuentes de energías renovables, como eólica, hidroeléctrica o solar. Como resultado de esto, la firma había conseguido reducir las emisiones de carbono en 9,5 millones de toneladas métricas, comprando 14 mil millones de kilovatios y reduciendo el consumo de energía en 10% en los 125 edificios que forman parte de su campus principal de Redmond (Washington, EE.UU.). Pero aún les queda mucho por hacer: su reto es pasar el hito del 50% a finales de 2018.

Asimismo, el gobierno estadounidense ha lanzado un plan de compromiso climático, en el cual ha “invitado” a las principales compañías de ese país a bajar los consumos de energía y a mitigar las emisiones de CO?. Dentro de estas compañías, se encuentra Apple, la que, según datos de la propia compañía, ya tiene el 100% de sus operaciones en ese país y el 87% de las globales funcionando con energías renovables.

Algo similar busca hacer también Google, empresa que actualmente está comprometida con la alineación de sus operaciones con el 100% de soluciones renovables. Actualmente, solo utiliza este tipo de energía para el 37% de sus gestiones y espera triplicarlo para 2025. En el caso de Amazon, solo 25% de su consumo de energía proviene de sistemas renovables, y espera que para el 2018 ese valor ascienda a 40%.

Ángel Izurieta, Socio de Servicios de Consultoría en TI de EY Chile.

Lorena Herrera, Gerente de Sostenibilidad de KPMG.

Pero, ¿qué es lo que pasa concretamente en Chile en esta materia? ¿Existe una real preocupación entre las empresas a nivel local por contar con sistemas de TI “verdes” o sustentables? De acuerdo a Ángel Izurieta, Socio de Servicios de Consultoría en TI de EY Chile, en nuestro país ha habido un cambio de paradigma importante en los últimos años.

“Las empresas han tomado conciencia, al menos, en aspectos de reciclaje de ‘basura’ tecnológica y de manera más tangencial en el uso de servicios cloud en empresas ‘verdes’, como Amazon o Google. Pero, a pesar de esa conciencia, falta bastante para llegar a una madurez completa”, sentencia.

Si bien existe un entendimiento general de que los sistemas tecnológicos son herramientas efectivas para el manejo eficiente de consumo y uso de materias, como por ejemplo, la utilización eficiente de energía, aún no existe una práctica masiva de diseñar o conceptualizar desde el origen estos procesos tecnológicos como soportes para minimizar el impacto ambiental.

“Sin este foco, no se obtienen indicadores efectivos para evaluar su impacto”, asegura Lorena Herrera, Gerente de Sostenibilidad de KPMG. “En todo caso, los sistemas de TI ‘verde’ pueden provocar ahorro de energía gracias a la gestión eficiente de los recursos en el ciclo de vida del producto, desde los procesos involucrados con la obtención de la materia prima hasta la gestión final de la vida útil del producto”.

Igualmente, la ejecutiva agrega que varios otros aspectos abordan iniciativas de uso eficiente de energía como son el desarrollo de software, hardware, uso de computadoras, servidores, sistemas de redes, terminales, comunicaciones, entre otros. “Según estudios llevados a cabo por Global e-Sustainability Initiative (GeSI), existen una serie de elementos que dan cuenta de la disminución del uso de energía por parte de las organizaciones al pasar al uso de servidores en la nube”, aclara.

El concepto de Green IT nació hace más de 25 años; en un comienzo, fue un programa voluntario de etiquetado de productos que podían ofrecer mejor consumo energético. Con el tiempo, lo que se busca es que todos los componentes tecnológicos cumplan con protocolos de reciclaje una vez producidos, pero también en el caso de los servicios como Data Centers, que utilicen Energías Renovables no Convencionales (ERNC) para minimizar el impacto ambiental.

“Un buen ejemplo de ambos conceptos, es el programa que lanzó Apple de reciclaje de sus iPhones o la operación de los servicios de nube que ofrecen Google o Amazon operados 100% con energía renovables”, explica Izurieta.

Lorena Herrera añade que en Chile existe interés en los temas asociados al consumo energético de los centros de datos, debido al impacto que estos tienen en la contabilidad de las emisiones en las organizaciones. “Sin embargo, todavía no se integra a estas evaluaciones para medir la disminuciones del impacto en la cadena de valor”.

El efecto del uso de TI verdes es muy amplio si se considera lo relevante que hoy en día tiene la tecnología para capacitar, comunicar o innovar. Especialmente, se convierte en un gran aliado para expandir positivamente las buenas prácticas en la cadena de valor. Aunque este concepto lleva un tiempo, aún existe bastante espacio para desarrollar e innovar en esta temática. En plazos cercanos, los sistemas TI verdes serán relevantes en la administración de las organizaciones, coinciden ambos expertos.

De acuerdo a lo descrito en la bibliografía, asegura la especialista de KPMG, el primer paso para que una compañía se pueda involucrar con el concepto TI verde es conocer los tres principios fundamentales: Educación (para asegurar el conocimiento y la conciencia de las personas que están en contacto con la tecnología sobre el impacto al medioambiente); Dise- ño (logística, optimización de los procesos, reducción del costo) y Administración (gestión de las acciones).

Por otro lado, existen algunos programas voluntarios como Energy Star, o a nivel de personas, que se entregan en países como Australia o Singapur. “El más conocido es el de la Federación Internacional IFGICT que definió un conjunto de estándares internacionales relacionados con la industria de Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), que permite a las compañías desarrollar estrategias de sustentabilidad para conseguir certificaciones Green IT”, explica el ejecutivo de EY Chile.

Esto permite demostrar la preocupación por el medioambiente por parte de las compañías y lograr otro incentivo de captura de talento que hoy cada vez más exige a las empresas tener conciencia y un propósito de por qué operan.