Sven Rusch, Ejecutivo de Cuentas de Teradata Chile.
Es bien conocida la importancia que tiene el retail en la economía de cada país, ya que es el último eslabón de la cadena de distribución y el que está en contacto directo con los consumidores finales. En los últimos 50 años, esta industria ha tenido que encontrar nuevas estrategias de venta ante la omnicanalidad que la tecnología ha dado a las marcas, mientras que la reaparición de tiendas de productos con precios rebajados ha revolucionado su creatividad en un intento por generar promociones que los haga igual de competitivos.
De acuerdo con el sitio de proyección de negocios Kiplinger, durante 2016 se observó a nivel mundial un aumento de 44% en las ventas de comercios minoristas gracias a promociones, y de 67% como resultado de descuentos en precios. Sin embargo, se registró un 8% de aumento en las devoluciones durante las vacaciones y un 23% a partir de enero de este año.
Ante tal escenario, es importante analizar algunas de las tendencias que se espera que sigan los comercios minoristas para mejorar sus operaciones y competitividad. Estas proyecciones son fundamentales de conocer por parte de los canales proveedores de tecnología para el retail.
1. Menos nuevas tiendas y más «hub & spoke»
Una de las estrategias que erróneamente han implementado algunos comercios minoristas es la apertura de nuevos puntos de venta en diversas partes del país, aumentando así sus gastos operativos entre renta de local, pago de servicios, cobertura de sueldos a equipo de trabajo y más.
Para evitar esta situación, la opción que ayuda a los comerciantes a ampliar su radio de ventas dentro de una zona es la implementación de un sistema “hub & spoke” que ayuda a mejorar los procesos y efectuar mejoras, a través del establecimiento de un sistema que conecte diferentes puntos de venta para reducir rutas de comunicación, permitiendo que determinados productos puedan concentrarse en una sucursal y después sean desplazados a aquellas que tengan menor capacidad, ya sea de almacenaje o de ventas. De esta manera, es posible evitar la reducción de productos agotados y obtener ahorros en costos de servicios, disminuir tiempos en la realización de inventarios y, sobre todo, lograr tiempos de reabastecimiento más acotados.
2. Personalización centrada en el cliente hiper
No solo el mercado ha sufrido transformaciones ante el uso de la tecnología; también se han modificado las características y necesidades de los consumidores, y con esto la manera en que las empresas deben acercarse a ellos.
Las compañías lo saben y se han visto obligadas a personalizar sus estrategias y productos para que cumplan con las demandas de determinados consumidores; no obstante, cada una de las estrategias que implementen debe generarse con base en información que previamente hayan recabado de sus consumidores, como sexo, edad, zona geográfica, formación académica, ingresos, etc. Solo entonces contarán con la información básica para desarrollar las herramientas que les permitan centrarse en un determinado segmento de la sociedad y posicionar sus puntos de venta.
3. Centros de «control de misión» Omnichannel
Un centro de control de misión es un área responsable de la planificación, operación y funcionamiento de un comercio. Por si esto fuera poco, también se encarga de monitorear y gestionar las actividades de cada punto de venta. Ser omnichannel implica que deben ser capaces de realizar estrategias y atender peticiones tanto de empleados como de consumidores, a través de distintos canales, de manera integrada, consistente y anticipada. Si bien la tarea suena por demás complicada, el uso adecuado de la tecnología ayuda a simplificar las cargas, al permitirles a los responsables de los centros de control de misión interactuar con otros colaboradores y clientes de manera telefónica, por medio de aplicaciones móviles, tablets, computadores y smartphones, entre otros equipos.
4. Dispositivos de sensor de IoT
Un sensor es cualquier dispositivo que detecta o mide una magnitud física y entrega una valoración de la misma, normalmente en forma de un valor digital. Actualmente, los smartphones -a través de un receptor GPS- son capaces de rastrear nuestros movimientos; también existen sensores que detectan la presencia o proximidad de objetos y personas en lugares determinados; sensores ópticos que recogen información sobre los espacios ocupados en un estacionamiento y que permiten dirigir a los conductores a los que están disponibles; detectores de movimiento que ayudan a encender las luces o la calefacción de un lugar al llegar, o simplemente disparar una alarma cuando una persona aparece en una zona determinada.
Como vemos, el uso que se le da a los sensores de IoT son muchos, y una correcta combinación de los mismos, aplicada al retail, permitirá una administración eficiente de los recursos y clientes, al mismo tiempo que ayudará a brindar un servicio de calidad.
Algunos comercios minoristas ya han implementado la aparición de precios de sus productos en tiempo real a través de sus plataformas electrónicas, un aumento en opciones de compra instantánea y el correcto manejo de inventario en tiempo real, pero estamos seguros de que muy pronto aplicarán otras herramientas de futurismo o realidad aumentada para sugerir productos a sus clientes.
De esta manera, podemos ver cómo la analítica de datos ha revolucionado a la sociedad y los mercados, ya que está comprobado que su uso correcto y estratégico aporta gran valor a los negocios a la hora de tomar decisiones más precisas, y entrega a las compañías una ventaja competitiva sin límites.