¿Los Sopranos? Estoy seguro que en la última persona en la cual usted pensaría como un modelo de gerente sería en un jefe de la mafia como el personaje de la serial de TV, Tony Soprano. Pero sorpréndase, ya que la vicepresidente de una cadena mutinacional de productos de belleza implementó algunos de los principios de este personaje, encontrando en ellos exitosas técnicas de dirección. Incluso, a raíz de los resultados obtenidos, terminó escribiendo un libro sobre el tema. Esta ejecutiva concibió la idea cuando vio un episodio en que Tony solicita a su equipo retroalimentación sobre su liderazgo, diciéndoles en su tal característico estilo: "Díganmelo en mi cara", y ella reconoció haber pensado en ese momento, "desearía tener las agallas de este tipo para hacer lo mismo con mi equipo". Sin embargo, fue tan profundo el sentimiento que tomó valor y se animó a enfrentar a su propio equipo para que le dijeran directamente qué opinaban sobre su actuación en la empresa. Los resultados fueron excelentes y de ahí nació la idea de su libro "Liderazgo al estilo Soprano", que contiene muchas pautas directivas, pero la más eficaz para ella es la lección referente a cómo recibir feed-back directo. A continuación, un resumen de las sugerencias más relevantes. 1. Antes que nada cree una atmósfera de confianza: Nadie va a decirle la verdad si siente temor en relación con su estabilidad laboral o posibles riesgos de recibir represalias. 2. Extienda su círculo de opinión: Es lógico que usted quiera pedir retroalimentación de las personas con las que trabaja directamente y en quienes confía, pero parte de los principios es que también se deben incluir algunas personas que no siempre ven las cosas a su manera. Es importante entender que se puede aprender algo más de quienes tienen una perspectiva diferente a la suya. 3. Permita que las personas se expresen libremente: La mayoría de las personas vacilarían frente al hecho de tener que comentarle directamente sobre las deficiencias o fallas en sus habilidades de comunicación. Por tal razón, se sugiere crear un método a través del cual su equipo puede compartirle sus sinceras opiniones y sugerencias sin tener que decírselo mirándole a los ojos. Escritos anónimos o reuniones tipo "tormenta de ideas" son un buen método. De esa manera, nadie se sentirá expuesto o en el banquillo. 4. Jamás se ponga a la defensiva: La manera más segura de cerrar una puerta abierta en la comunicación con el equipo es empezar a justificarse o defenderse, cuando alguien le señale sus limitaciones o discrepa de las decisiones tomadas por usted. 5. Escoja algo para cambiar: Si bien usted podría discrepar con algunos comentarios recibidos o ser incapaz de actuar en relación con otros, debido a limitaciones de su propia organización, encuentre algo en lo que pueda comprometerse a cambiar y luego comparta sinceramente sus planes. Investigaciones del comportamiento humano han demostrado que las personas lo percibirán como un buen líder, aún cuando no lo logre, pues lo relevante para ellas es que lo ha reconocido y que lo está intentando. |