Edgar González.

¿Qué importancia tuvo la crisis vivida por Toshiba en 2015?
Muchísima importancia. A fines del año pasado la corporación hizo público que se habían detectado algunas inconveniencias en los registros contables, y que debido a eso era necesario reestructurar la compañía. Se revisó en detalle la operación, de punta a punta, y se tomaron decisiones relevantes. La más importante dentro de la división de computadores fue salir del mercado de consumo, principalmente por la tendencia mundial a la baja en el volumen de ventas y de precios, y como contrapunto, la necesidad de seguir innovando. Esa ecuación ya no tuvo sentido para Toshiba y fue así como en diciembre pasado el negocio de computadores para consumo terminó, con la excepción del mercado doméstico de Japón, donde la marca conserva un altísimo market share.

A partir de ese momento se enfocaron en el negocio de PCs para el mercado corporativo…
Así es. Redefinimos nuestra estrategia y otra de las decisiones fue dejar de fabricar con terceros. A partir de ahora, todos los productos que estamos fabricando para empresas son 100% manufacturados por Toshiba, con diseño, ingeniería y control de calidad propios. Eso nos permite tener el control total sobre la calidad de los equipos y asegurar al cliente que el producto que vendemos cumple con los estándares con los que fue diseñado, porque es la misma marca la encargada de su fabricación.

Entonces, ¿la calidad es una de las principales fortalezas de la marca hoy?
Absolutamente. Ganamos la reputación que tenemos haciendo productos que no fallan, que son confiables, y eso es lo que vamos a segtuir preservando. Esto es regresar a nuestras raíces. Desde ahora, podemos asegurar al mundo que los productos corporativos de Toshiba son totalmente hechos por nosotros y que el cliente no tendrá problemas de calidad.

Además de calidad, ¿qué otras ventajas tiene la fabricación propia?
Tener el control de la manufactura y la ingeniería nos permite muchas cosas. Por ejemplo, las empresas medianas y grandes requieren trajes a la medida, porque tienen requisitos muy específicos. Muchas compañías dicen: “Mi preocupación es la seguridad”. Entonces nosotros trabajamos con ellas para cubrir ese aspecto. Al ser desarrolladores del BIOS, podemos desarrollar uno específico para el cliente, con parámetros de seguridad a la medida; y lo mismo a nivel de hardware, porque también fabricamos circuitos integrados, memorias y discos duros.

De ahí que las líneas Tecra y Portegé se puedan preconfigurar…
Justamente. Para las empresas pequeñas de pocos empleados tenemos equipos configurados, pero a partir de empresas medianas y grandes, que requieran desde 20 máquinas, podemos hacer preconfiguraciones a la medida; una ventaja que los canales están aprovechando muy bien en las propuestas de negocios. Otro beneficio para el canal es la garantía. Estamos tan convencidos de que nuestros equipos no fallan, que lanzamos el programa “Garantía de Calidad Toshiba”, que reemplaza el producto por uno nuevo si este presenta algún defecto de fabricación dentro de los 12 primeros meses después de la compra. Estas ventajas nos posicionan como una gran alternativa en el mercado Pyme, Corporativo y de Educación, y vamos a apoyar al canal para desarrollarlo juntos.