Michael Prendergast.

¿Cómo ha impactado en el área tecnológica de la Universidad la reducción de ingresos producto de la gratuidad universitaria?
Al adscribir la U. Finis Terrae a la Gratuidad, estimamos que implicó una baja de los ingresos de la institución de entre $1.200 y $1.400 millones por año. Esto significó hacer recortes presupuestarios en varias áreas, pero a diferencia de otras entidades, acá no se desvinculó personal, sino que se optó por posponer aquellos proyectos que podían esperar, entre los que se encontraban los del área informática. En este sentido, creo que es una reducción que afectará principalmente a los proveedores medios y pequeños, aquellos con los que no existen contratos por prestación de servicios.

¿Hacen algún desarrollo in-house?
En general, las universidades ya dejaron de trabajar con desarrollos propios para sus sistemas clave, es decir, todos aquellos que giran en torno a lo que genera el alumno, tanto en su actividad académica como en la financiera, y optaron por sistemas externos.

En particular, las autoridades superiores de la U. Finis Terrae, junto con las autoridades superiores de otras instituciones asociadas a la Universidad, con el objeto de mejorar la gestión académica y financiero-contable, tomaron la decisión de emplear un software probado, de clase mundial, que propone las mejores prácticas en cada área. Es así que para la administración académica usamos Banner, de Ellucian Software, y para la financiero- contable usamos SAP. Estas implementaciones demandaron hacer levantamientos y análisis de procesos, incorporar buenas prácticas, entre otros requerimientos.

Entonces, ¿cuál es el rol del Departamento de TI?
Como la estrategia de nuestra institución gira en torno a estos dos productos, esta Dirección de TI apunta a desarrollar todos aquellos sistemas y servicios que SAP o Banner no proveen, pero que se requieren. Por ejemplo, ninguno de los dos tiene un módulo para conectarse a los webservices de Transbank (para que los apoderados paguen por Webpay la matrícula de los alumnos), o para gestionar y controlar el pago de honorarios docentes. En este sentido, todos estos siguen los estándares de desarrollo de SAP y Banner, para que cualquier actualización posterior de estas plataformas no impida su correcto funcionamiento.

¿En qué lenguaje construyen estos desarrollos?
Hace algún tiempo, decidimos no desarrollar “a mano”, sino que usamos GeneXus X Evolution 3, que ha reducido en 80% nuestros tiempos de desarrollo. Puede conectarse a otros sistemas y produce códigos de excelente calidad, permitiéndonos -con un grupo relativamente pequeño de programadoresconstruir en unos cinco años unos 18 sistemas distintos, tanto en Java como C#.Net. Por ejemplo, hace un par de años, tras unos problemas con un proveedor de CRM, se decidió crear en GeneXus una plataforma de Contact Center, la que fue muy bien recibida por los usuarios. No obstante, y dado el aumento de los requerimientos, ya estamos evaluando migrar a un sistema de clase mundial.

¿Con qué infraestructura cuentan para hospedar todos estos sistemas?
Nuestro centro de datos local tiene unos 30 servidores Linux y Windows, pues no somos dogmáticos: usamos la mejor herramienta para el trabajo.

No obstante, en términos de renovación de equipos, estamos llegando a un punto de inflexión, porque la mantención del hardware del data center, actualmente cuesta lo mismo que reemplazarlo por equipos nuevos, por lo que estamos analizando migrar al Cloud. Es una decisión donde se debe tomar en cuenta diversos aspectos, como la obsolescencia tecnológica, y la restricción presupuestaria que conlleva la Gratuidad y el hecho de ser una universidad privada mediana. Entonces, en este escenario, iniciamos algunas conversaciones con diversos proveedores para llevarnos todo a la nube y dejar lo mínimo posible en el centro local de datos.

¿Es la administración de la conexión a Internet un desafío para su departamento?
Hoy en día, no es raro que una persona tenga varios dispositivos conectados (notebooks, tablets, smartphones) al mismo tiempo. Si tenemos 6.700 alumnos, definitivamente tenemos más de 6.700 conexiones potenciales. Si bien nunca están todos los alumnos conectados al mismo tiempo, lo normal es que haya unas doce mil conexiones todo el tiempo.

Antes íbamos subiendo los anchos de banda, pero entendimos que, al final, la demanda siempre supera la oferta. Entonces, en vez de comprar todos los años más ancho de banda, decidimos administrar el ancho de banda que teníamos. Para esto, adquirimos un appliance Allot NetEnforcer, con el que monitoreamos y gestionamos el ancho de banda y le damos prioridad a un punto de red específico entre los más de 1.600 puntos de red que tenemos en el campus.

¿Cómo se maneja la infraestructura “educacional” de TI, como laboratorios, proyectores, etc.?
Su administración está centralizada en esta dirección. Son equipos propios, no arrendados, y se renueva entre el 25 y 30% cada año. En otras palabras, un PC se renueva cada tres años y medio. Además, por definición de rectoría, somos una unidad técnica, es decir, todas las adquisiciones que hacen las distintas escuelas deben ser validadas por nuestro departamento. En este sentido, funcionamos como un catalizador y ponemos nuestra experiencia al servicio de las diferentes facultades para recomendar tecnología, equipos y proveedores. Asimismo, velamos por que ningún proyecto acapare el ancho de banda de la red interna o del acceso a Internet.

¿Qué tecnologías han implementado en este ámbito?
Hace algunos años, implementamos laboratorios de computación con clientes livianos, pero en este momento, y tal como sucede con el hardware del centro de datos, enfrentado con la renovación de las licencias de la plataforma de virtualización y de storage, me resulta mucho más atractivo adquirir equipos tipo All-in-One para los laboratorios, con una vida útil esperada de 3 a 4 años.

Cabe recordar que estas compras tienen efectos muy positivos en los alumnos, porque ellos valoran que se mantenga la infraestructura “actualizada”. Los thinclients se actualizan potenciando los servidores (aumento de núcleos virtuales, memoria RAM, disco, etc.) y, si bien es cierto tendría los mismos resultados en términos de capacidad y velocidad de cómputo, los estudiantes no necesariamente apreciarían esa inversión de la misma forma.

¿Qué servicios han externalizado?
Hace algún tiempo decidimos externalizar todas las impresiones y fotocopias en la plataforma de Dimacofi, que nos permite administrar las impresiones de cada funcionario, profesor y alumno de la institución. Los alumnos tienen un cierto número de impresiones gratis por semestre, y luego, cuando necesitan más, pueden comprar una cierta cantidad. Dicho servicio incluye un software de control de impresiones.

Fotos: Gentileza Universidad Finis Terrae.

A su juicio, ¿en qué están fallando los distribuidores de TI locales?
Tenemos proveedores muy profesionales y que, más que pretender facturar y olvidarse de ti, nos acompañan permanentemente. Sin embargo, también hemos tenido otros con los que las relaciones han sido menos fluidas. Por ejemplo, hace unos meses, falló un disco duro de un servidor. Pusimos la orden de compra en el distribuidor y la respuesta fue que en 40 días estaría el disco. Obviamente, cancelamos la orden, ingresamos a Amazon y compramos el producto. En tres días, teníamos el disco duro y a un quinto del precio solicitado por el distribuidor. Estas situaciones no pueden ocurrir, ya que no solo pueden perjudicar la continuidad operativa de una empresa, sino que también merman la confianza de los clientes en su canal de distribución.