Cada año, la demanda de recursos tecnológicos en las empresas, universidades y colegios crece. Las operaciones de las compañías e instituciones de educación, a toda escala, están requiriendo más capacidad de cómputo, mejores conexiones a Internet y equipos a prueba no solo de un uso intensivo, sino también de uno cada vez más exigente. Hay más aplicaciones a las que acceder para mejorar la eficiencia y el rendimiento, en materia de negocios y aprendizaje, por lo tanto, los sistemas y equipos están siendo más exigidos.
Para Gonzalo Mora, Director General de Procesos y Tecnología de la Universidad Andrés Bello, el gran desafío que enfrenta la UNAB es cómo proveer servicios de educación superior de máxima calidad, siendo eficientes en el uso de recursos limitados. “Para lograrlo, creemos que debemos ir desarrollando una plataforma tecnológica altamente competitiva, eficiente, moderna, rápida y de alta capacidad, que permita cumplir con los requerimientos tecnológicos de los alumnos, académicos y equipo administrativo”.
Carlos Bustamante, Director TI Colegio Internacional Nido de Águilas.
Gonzalo Mora, Director General de Procesos y Tecnología de la UNAB.
En el caso del Colegio Internacional Nido de Águilas, Carlos Bustamante, su Director TI, señala que el funcionamiento del colegio se basa fuertemente en la tecnología. “El área administrativa maneja una serie de procesos que requieren ser transparentes y libres de errores, capaces de entregar un análisis claro de los recursos disponibles para garantizar la operación. Por otra parte, los procesos educativos constan de una serie de herramientas que apoyan a los profesores con los niños -dentro y fuera del aula- y que acompañan a los estudiantes también en casa, con el objetivo de abordar junto a las familias toda la experiencia del aprendizaje”.
Inversiones para 2016
Para este 2016, las principales necesidades de tecnología que requieren cubrir estas instituciones están relacionadas con mejorar su capacidad de procesamiento de información, las comunicaciones de sus instalaciones y también la renovación de equipos; un ítem que cada año las entidades de educación revisan.
En el caso de la Universidad Andrés Bello, se requiere mejorar la disponibilidad de la red Wi-Fi; vital para satisfacer la necesidad de comunicación de alumnos, docentes y administrativos. “Asimismo, la comunidad que conformamos en UNAB requiere de sistemas capaces de soportar un flujo de información creciente. Los alumnos requieren conectarse a servicios online, para ver sus notas, realizar solicitudes académicas y mantenerse al tanto de los eventos institucionales. Por su parte, los docentes necesitan interactuar con nuestros sistemas académicos y de gestión”.
En el Colegio Nido de Águilas, la tarea para este año es aumentar la densidad de equipos para estudiantes a 1:1, desde séptimo básico a cuarto medio, mejorar los anchos de banda dedicados e implementar soluciones de manejos de WAN para aumento de demanda. Además, estudiarán la inclusión de herramientas makerspace para sus laboratorios y continuarán con la renovación de dispositivos y equipos en las salas según su ciclo de vida, y de los sistemas administrativos y de gestión.
Logros y tareas pendientes
Hay un gran camino recorrido en materia de tecnología por una cantidad importante de empresas, colegios y universidades en Chile. El desarrollo tecnológico es una característica que se palpa, se siente y se contagia también, motivando a la competencia de cada rubro a mejorar e ir por más.
En el Colegio Nido de Águilas, por ejemplo, han hecho una fuerte inversión en infraestructura. Es así como cuentan con una serie de servicios en línea, redes internas certificadas y comunicadas densamente por fibra óptica, soluciones audiovisuales en aulas y equipos computacionales para cada requerimiento. Se esfuerzan por mantener dispositivos con ciclos de vida coherentes y en analizar la viabilidad de servicios que puedan ser reemplazados por otros, los que por el tiempo de implementación puedan haber sufrido mejoras sustanciales.
Algo similar ocurre en la Universidad Andrés Bello. Sus inversiones más significativas las han realizado en el sistema académico y en plataformas de servicio al estudiante. No obstante, reconocen lo importante que es empezar, desde ya, a mirar a dos y tres años más, de modo de focalizar sus inversiones futuras en la generación de procesos y servicios educativos modernos, aplicando nuevas herramientas tecnológicas que permitan disponibilizar un aprendizaje con alcances internacionales y colaborativos.
¿Cuál es el mejor proveedor?
La primera respuesta que surge ante esta pregunta es el valor agregado de las soluciones que los proveedores son capaces de entregar. Igualmente, destaca el respaldo de la marca detrás de un producto o sistema, porque en general las empresas e instituciones educativas no están dispuestas a probar; al contrario, están en busca de tecnología probada. También quieren ver casos de éxito en empresas de su mismo rubro y revisar el costo comparativo de distintas soluciones y proveedores.
Para Carlos Bustamante, es fundamental trabajar con un proveedor que sea capaz de llevar adelante una clara preventa y postventa, así como transparencia a la hora de traspasar costos de productos importados al mercado nacional.
En opinión de Gonzalo Mora, una condición básica es que los proveedores de tecnología cumplan con los niveles de servicio y los plazos acordados. “Esta si bien puede parecer una condición obvia, no siempre se cumple, y en nuestro caso es vital para establecer una relación de confianza y largo plazo con un proveedor”, recalca.
Igualmente, señala que tan importante como el servicio y los plazos es contar con un partner tecnológico que los guíe y les muestre cuál es el camino más seguro para contar con una plataforma TI moderna. Quieren trabajar con proveedores que estén a la vanguardia y que les permitan estar en la primera línea de adopción de tecnología.
