Ubaldo Taladriz, Director de GECHS.

Para la industria del software, ¿qué cambios en las últimas dos décadas serían los más importantes?
Es una pregunta sumamente difícil, porque habría que tratar de resumir casi la mitad de la historia de la ciencia de la computación; además, es en estas dos décadas donde se acumula y se registran sus mayores desarrollos. Pero, sin duda, lo que marca este período es la aparición de Internet, que produjo un cambio radical en toda la industria. Si bien en 1995 ya operaban ciertos mecanismos de conectividad y redes, fue su advenimiento como un fenómeno masivo lo que revolucionó el mercado, convirtiendo en realidades lo que -hasta ese momento- eran sueños. Nos ha permitido la movilidad, la ubicuidad y el socializar y compartir conocimiento, influyendo en los procesos de aprendizaje e imponiendo nuevos desafíos.

¿Sigue siendo el software un buen negocio?
Si lo miramos a nivel global, efectivamente existe una falta de profesionales, por lo que desde la perspectiva de las personas, sigue siendo un buen negocio estudiar una carrera asociada a las Tecnologías de la Información. Ahora bien, también lo es para las empresas y los emprendedores, ya que gran parte de los start-up se realizan en esta área. Es importante comprender que existen tres niveles de economía: la “tradicional” de bienes, la financiera y la nueva economía del conocimiento. Dentro de esta última, lo más fuerte es la investigación y desarrollo de las TI. A nivel local, no obstante, debemos darnos cuenta que nuestro modelo de negocios ha cambiado: no podemos seguir impulsando un modelo de outsourcing donde colocamos horas/hombre, ya que como país, no nos conviene, sino que debemos apuntar a agregar valor a nuestras soluciones, que es donde se encuentran las oportunidades.

¿Es factible desarrollar tecnología en Chile?
Creo que sí y tenemos varios emprendedores con casos de éxito a nivel internacional. Lo que sucede es que existe un proceso de transición que tiene que ver con transformar nuestra industria de software, porque claramente estamos insertos en un mercado pequeño, y si no empezamos concibiendo nuestro negocio de forma global, no va a funcionar. Lo que puede suceder es quedarnos insertos en un nicho, compitiendo con los mismos de siempre y sin posibilidad de expandirnos. En cambio, si realmente imaginamos el negocio a escala global, sí se puede crear tecnología desde Chile, y lo hemos hecho, porque contamos con las aptitudes y el capital humano para hacerlo.

¿Qué le falta a la industria de software local para ser más competitiva?
Por una parte, no podemos competir con un país como India, porque no tenemos el volumen y lo haríamos solo por precio, lo que no tiene sentido. Lo que debemos hacer es desarrollar el modelo SaaS, ofreciendo nuestras soluciones como servicio, rentabilizándolas, dándoles un valor agregado, por ejemplo, en torno a una industria específica como la minería. Por otra parte, tenemos un buen capital humano, pero debemos mejorar las competencias en ciertas áreas. En algunas universidades, la actualización de los programas no se condice con lo que está sucediendo en el mundo. Por ejemplo, son poquísimas las que han incluido el Data Science en sus programas, y eso es fundamental en un mundo que produce cada vez más información, con la llegada de la Internet de las Cosas y de las ciudades e industrias inteligentes.

En otras palabras, vamos a generar cada vez más información, que deberá ser analizada para sacarle provecho. Y, para eso, se requieren especialistas.

¿Cómo evalúa la industria del software local?
La industria local está fundamentalmente compuesta por pequeñas y medianas empresas. Según ProChile, el 54% de las exportaciones de servicios las hacen las Pymes, y en ese contexto, lo que nos ha faltado es colaborar; es un tema de confianza- país. Nuestra industria no colabora, porque el mercado es tan pequeño, que siempre vemos al otro como un rival a vencer. Si cambiamos el paradigma y dejamos de pensar en Chile y efectivamente apuntamos al mercado global, nos daremos cuenta de que tenemos que colaborar para presentar una oferta mucho más masiva y sólida.

¿Cuál es el foco actual de la GECHS?
Tenemos cuatro ejes fundamentales que buscamos fortalecer: crear más empresas de base tecnológica; potenciar los modelos de negocios buscando aquellos que agreguen y capturen valor; crear nuevos mercados internos y externos; e impulsar el trabajo asociativo.

¿Cómo se traduce en la práctica ese foco?
En el crear más empresas de base tecnológica. Lo que hacemos es apoyar y guiar a los emprendedores en el proceso de postulación a fondos para iniciar su actividad. También tenemos actividades de difusión con programas muy interesantes. Por ejemplo, este año trajimos expertos mundiales para enseñarnos cómo hacer una SaaS desde todo punto de vista y participamos activamente en la co-creación con la industria, de modo de hacer coincidir la oferta y la demanda. Asimismo, en la búsqueda de nuevos mercados, hemos realizado varias misiones en el extranjero, hacia países como Perú, México, Colombia y EE.UU., estableciendo relaciones con asociaciones gremiales locales y con ProChile.

En cuanto a la asociatividad, buscamos generar oportunidades en las que participamos unidos, compartiendo conocimientos y experiencias.