Hoy nadie confía en nadie. Los jóvenes que se preparan en las aulas de las escuelas de negocio tendrán un gran desafío. Su generación es la escéptica.

¿Qué hacer? Los siguientes son 5 puntos a los que es necesario poner atención:

1. Cuenta tu historia, o comparte tu experiencia personal
Los relatos o experiencias personales, bien contadas, son herramientas eficaces al momento de generar confianza y hacen que los clientes te recuerden. Las marcas más importantes lo han hecho por muchos años. Pruébalo. Funciona.

2. Busca que te recomienden
No hay nada mejor que se hable bien de ti, de tu empresa y de tu marca. Lo trascendental aquí es que puedas hacer de la experiencia con los clientes, algo que se pueda pasar la voz. Para eso el desafío es grande, sin embargo te invito a que estudies los conceptos del marketing experiencial. Durante los últimos 8 años he tratado este tema, tanto en investigación, como en seminarios y charlas en universidades y empresas. Los resultados han sido muy satisfactorios, en especial al ver cómo las instituciones se toman el tiempo de formar a sus trabajadores. Así como también de crear filosofías empresariales basadas en el buen servicio.

3. No tengas una visión de corto plazo
Debes sembrar y saber que a veces las semillas caen en lugares con piedras, pero tú no sabes qué semilla va a dar brote. Como desconoces eso debes hacer siempre bien tu trabajo. No sabes qué cliente hablará bien o mal de ti, por lo tanto, aprovecha cada oportunidad que el mercado te da.

4. No vendas precio, vende beneficios
No regales catálogos o fichas técnicas. Regala tu confianza, tu asesoría, tu guía y tu experiencia.

5. El interés genuino te llevará a una relación de largo plazo
Piensa en esto: ¿Qué estarás haciendo en el ámbito laboral en los próximos 10 años? Si tu respuesta es “vendiendo”, entonces deberás darte cuenta que la relación con tus clientes debe estar basada en la confianza, para que acudan a ti como experto y no a tu competencia.