Claudio Torres, Country
Manager de D-Link.
Una de las bases del éxito de las empresas es la implementación de una infraestructura adecuada, para una mayor y mejor conectividad. El tener una red que permita la gestión de los trabajadores y soporte múltiples dispositivos, ayuda al correcto funcionamiento de una organización y a aumentar las ventajas competitivas. Considerando que surgen fallas a nivel de administración de ancho de banda, control de acceso, calidad de servicio y seguridad, es imperativo contar con un servicio inalámbrico veloz, de mayor capacidad y que soporte un gran número de usuarios conectados de forma simultánea.
Lo anterior, aún más con la llegada del Internet de las Cosas (IoT), que dejó en evidencia que ya no son solo las personas las que se conectan a Internet, sino que dispositivos como cámaras, medidores y sensores IP, cada vez más presentes en los sectores de gobierno, finanzas y telecomunicaciones.
Este desarrollo se debe, en gran medida, a la conectividad inalámbrica, la que es más confiable, simple y otorga un rendimiento acorde a las necesidades de cada usuario. En esta línea existe una serie de soluciones para el hogar o pequeños comercios, hasta soluciones distribuidas en miles de sucursales y access points administrados desde un único dispositivo central, que controla todo accionar desde un sistema automático.
Es por esto que una plataforma de red debe ser capaz de soportar a todos los usuarios y nuevos dispositivos, para que se comuniquen entre sí. Esto con el fin de mejorar la toma de decisiones, aumentar la productividad y reducir los tiempos de respuestas.
¿Cómo implementar correctamente una solución?
Un primer dato es conocer la extensión real de la red inalámbrica. No es común que exista una red completa y exclusivamente inalámbrica, sino que es muy probable que sea el punto de acceso a una red de área local o extendida. Por esto es necesario considerar el impacto de la red fija en relación a la inalámbrica, y para esto la compatibilidad en base a estándares es fundamental.
El access point inalámbrico PoE AC1200 de doble banda DAP-2660 está diseñado para los ambientes de empresas grandes y pequeñas, proveyendo al administrador una red inalámbrica de doble banda segura y administrable.
Es usual que los beneficios de protocolos propios se pierdan al no tener en cuenta que las redes están compuestas la mayoría de las veces por equipos de diferentes fabricantes, o forzadas a utilizar la de uno solo para cumplir con sus beneficios. La respuesta para esto es cumplir con estándares que permitan la interoperabilidad necesaria entre el mundo inalámbrico y el alámbrico. Temas como el control de acceso, la calidad de servicio y seguridad, así como la administración de ancho de banda, serán más fáciles de implementar cuando el manejo múltiple de SSID, VLANs, QoS, entre otros, operen sobre estos estándares.
Otro elemento relevante es la velocidad de transmisión y la cobertura. Actualmente resulta casi indispensable que las empresas inviertan en la tecnología 11AC, que mejora el ancho de banda disponible por la creciente demanda de usuarios.
En cuanto a la cobertura, tecnologías como el Beam Forming ayudan a que las distancias alcanzables a alta velocidad sean mayores a las actuales y puedan ajustarse en el tiempo. De esta forma, es posible extender la vida útil de esta implantación y cumplir con el retorno de inversión.
El control de acceso es otra variable que influirá en el desempeño de la conexión. Vemos como distintos sectores de la industria mezclan accesos públicos y privados y ofrecen, por cortesía, acceso a sus usuarios en forma diferenciada a la red local.
Por esto es necesario tener presente que las implementaciones manejen múltiples tipos de conexiones inalámbricas en forma simultánea, y relacionarse con las redes físicas y virtuales establecidas al interior de las empresas. Lo anterior es importante tanto desde el punto de vista de la seguridad, para estar preparados para todo tipo de amenazas, ya sea con antivirus o detectores de intrusión; como de administración del tráfico, para controlar los accesos a aplicaciones o sitios en Intranet o Internet, según el tipo de usuario.
El software gratuito de D-Link, el Central Wi-Fi Manager (CWM-100), es una herramienta especialmente diseñada para crear, administrar y proteger una o múltiples redes inalámbricas de empleados y/o clientes de forma centralizada.
Administración y cantidad de dispositivos
En las planificaciones de inversión que realizan diferentes CIOs y CEOs, generalmente se olvidan los costos asociados a la mantención de redes. Una situación compleja, ya que aumentan los costos de forma exponencial ante las fallas propias y de seguridad de los equipos. Por ello es necesario adquirir productos que reconozcan estos cambios automáticamente y sean capaces de auto configurarse, en caso de problemas o cambios en el ambiente.
Entendiendo que las redes están distribuidas en diversos sectores y se conectan entre sí a través de Internet, es recomendable tener aquellas que posean lo que se conoce como Wireless Control, para que en forma dinámica y a distancia se adapten a las necesidades de la organización.
Si bien existen otras consideraciones al momento de implementar una solución inalámbrica, hay una que es de especial relevancia para el canal. Se refiere a encontrar una solución que esté al alcance de todos, sin comprometer calidad ni servicio, es decir, que cumplan con todos los requisitos exigibles en el estado actual de la tecnología y con los niveles de garantía y servicio técnico necesarios.
La oportunidad de negocio es creciente en este mercado y el desafío está en encontrar soluciones que se ajusten a cada cliente, donde se optimice la inversión, sin comprometer funcionalidades ni rendimiento. La invitación es a conocer cada una de ellas, ya que son una fuente de oportunidades de negocios para todos.
