Como en años anteriores, la fiesta del fútbol global reunió una enorme cantidad de fanáticos. De hecho, en la versión de 2010 de esta justa, asistieron alrededor de 3.2 mil millones, y este año fueron aún más. En 2014, la pasión de los hinchas se desató a lo largo de todo el continente sudamericano, donde ya hay más de 250 millones de conectados, según los últimos datos de Internet World Stats. La combinación de una vida agitada y los múltiples horarios y partidos hicieron de este mundial la ocasión ideal para aprovechar al máximo las tecnologías que han hecho nuestra vida más fácil. Entre ellas destacaron los tablets, cuya popularidad continúa extendiéndose en la Región. Más portátiles que un notebook, pero potentes y con alta resolución, estos dispositivos se perfilan como la herramienta definitiva para los amantes del balompié. ¿A qué se debe esta evolución? El rápido crecimiento de los tablets en la región latinoamericana y el resto del mundo, y su poder de procesamiento -que permite revisar sitios o aplicaciones con gran velocidad en un formato ligero y portátil- hizo posible que este año los fanáticos no se perdieran partido alguno al poder verlos en cualquier locación, pero además, acceder sin problemas a revisar estadísticas, noticias y otros datos con solo un par de toques. Además, a la velocidad y movilidad de estos equipos se suman las conexiones de Internet móvil, que crecen en la Región y que permitieron a los aficionados estar en movimiento sin perder el rastro de sus equipos favoritos. Por otro lado, no solo creció la visualización de los encuentros en estas pantallas portátiles, sino que se consolidó el fenómeno de la llamada "segunda pantalla", uso complementario del tablet a la televisión, que seguramente cambiará la forma en la que disfrutamos de los eventos deportivos, en un mundo en el que los medios son cada vez más convergentes e interactivos. Así como los fanáticos pueden revisar información, esta tecnología presente en los tablet de última generación -en la que Intel ha depositado años de investigación- permitió a cada hincha compartir sus goles frente al mundo a través de las redes sociales, en casi el mismo tiempo que le tomó gritarlos. |