Más que hardware Pensando en cómo ayudar a las empresas a obtener más beneficios de las máquinas, los fabricantes están progresivamente llevando al límite sus innovaciones tecnológicas para ofrecer características que hagan que su oferta destaque respecto a su competencia. Los constantes lanzamientos de nuevos productos enfatizan particularmente en una mejora de los modelos en términos de velocidad, resolución, disco duro y otras fun-cionalidades, como conexión a redes, dúplex o los mismos software de administración. Pero más allá de la impresora en sí, el mercado está orientándose a una clara tendencia a complementar esta oferta con una de servicios, que reúna en un solo contrato la máquina y prestaciones anexas, tales como mantenimiento, provisión de insu-mos, control en el manejo de impresiones, políticas de seguridad en algunos o todos los puntos de impresión o administración de costos. Y considerando que son tantas las variables que es posible manejar por terceros (teniendo en cuenta que tampoco es necesario comprar la impresora sino que también está la opción de arrendarla), muchas corporaciones piensan cada vez más en la tercerización de servicios de impresión. En nuestro país, la cantidad de proveedores es alta y mayor aún las alternativas de out-sourcing de servicios de impresión, por lo que cada compañía puede encontrar una oferta acorde a sus necesidades. Printing on demand Otra arista del outsourcing es la modalidad "on demand", una clara ventaja para los clientes, pues asumiendo que los costos de impresión, tecnologías utilizadas y magnitud del volumen de documentos puede variar, los servicios con esta característica permiten adaptar el contrato de acuerdo a sus requerimientos. Por lo mismo, y de acuerdo a ejecutivos de algunas marcas participantes en este artículo, más que definirse por un tema de precios v/s prestaciones de los equipos, las ventas se concretan por el énfasis que los distribuidores pongan en aspectos que generen una mayor productividad, como por ejemplo, el gasto en impresión en un plazo de tres años. Así, el contacto entre el distribuidor y el cliente va más allá de la venta de la impresora y, la preocupación que el ejecutivo de ventas muestre por ofrecer más que el equipo podría incluso generar una relación a largo plazo, con las consiguientes ganancias en confianza y rentabilidad en éste y futuros negocios. |