“BACK TO SCHOOL”
La tecnología como apoyo a la labor educativa | | | | |  | | | Mauricio Machuca, Escuela de Informática y Telecomunicaciones DUOC UC. | |  | | Dra. Jessica Meza-Jaque, Directora Escuela Computación e Informática Universidad Central. | |  | | Mauricio Cea, Jefe de Informática del Instituto Nacional. | El objetivo principal de la renovación o adquisición de nuevas soluciones informáticas, “pasa en gran medida por responder a las expectativas que tienen los estudiantes al momento de volver a clases, esto quiere decir, realizar mejoras en el hardware e implementar los software necesarios para el desarrollo de un nuevo año académico, cumpliendo con los requerimientos propios de cada asignatura pertenecientes a los diversos planes y programas de cada curso”, explica Mauricio Machuca, Docente Escuela de Informática y Telecomunicaciones de DUOC UC sede Plaza Oeste.
En este sentido, “en las carreras que tienen alta vinculación con el área de tecnologías de información, como las que se imparten en nuestra Escuela de Computación e Informática, estamos obligados a hacer ajustes tecnológicos de hardware, software y telecomunicaciones en forma permanente para asegurar que nuestros estudiantes estén recibiendo una formación de calidad”, comenta la Doctora Jessica Meza-Jaque, Directora Escuela Computación e Informática de la Universidad Central.
Y aunque marzo es el mes clave para los estudiantes, el regreso a clases, en cuanto a TI, para las instituciones educativas se inicia mucho antes de la apertura de las aulas. Como señala Mauricio Cea, Jefe de Informática del Instituto Nacional, “si bien el período de vuelta a clases exige realizar una evaluación para la renovación del equipamiento, especialmente por el impacto que produce contar con nuevos equipos al inicio del período escolar, y que la llegada de las vacaciones entrega una ventana de tiempo que lo facilita, esta debe ser una tarea que se programa y realiza de manera sistemática en la planificación del área de TI, estableciendo políticas y procedimientos que permitan la mantención y renovación del equipamiento en la medida que el funcionamiento del establecimiento así lo requiera”.
 Para Mauricio Machuca, “el proceso de evaluación para realizar las mejoras necesarias en TI dentro de cada establecimiento, comienza a inicios del segundo semestre, después de haber realizado la mantención preventiva del año a todo el equipamiento tecnológico que se dispone para los estudiantes”, y agrega que “los elementos TI que se evalúan, contemplan renovación de equipamiento defectuoso o inexistente, actualización de los software y sus licencias e implementación de nuevos espacios tecnológicos. Con la información obtenida se presentan los proyectos a desarrollar al equipo directivo, quienes revisan y aprueban los recursos económicos necesarios”.
Criterios a la hora de evaluar
Aunque los requerimientos más comunes en este sector van dirigidos a satisfacer las necesidades de los estudiantes, contemplan también a docentes y otros cuerpos escolares que también requieren acceso a la información. “La renovación tecnológica está dirigida principalmente hacia el equipamiento computacional para prevenir la obsolescencia de los dispositivos en uso, pero también a la incorporación y uso de tecnologías o plataformas que mejoren la comunicación entre los distintos estamentos. Los requerimientos más comunes son la disponibilidad de laboratorios o equipamiento en salas de trabajo, tanto para los alumnos como para docentes, y requerimientos de acceso a la información dirigidos a estamentos directivos y administrativos”, explica Mauricio Cea.
Los criterios para implementar y renovar nuevas soluciones tecnológicas son varios, pero sin duda el objetivo fundamental es apoyar la labor educativa. En este contexto, temas como costos, compatibilidad y seriedad del proveedor son analizados detalladamente por el área TI de los establecimientos. Como afirma Mauricio Cea, “existen dos criterios principales para la adquisición de tecnología. El primero tiene relación con la renovación y actualización del equipamiento; y el segundo con cómo estos elementos apoyan la gestión educativa y pueden asistir al proceso educativo como complemento al trabajo en aula y como soporte a la gestión administrativa”.
 Para Jessica Meza-Jaque, en tanto, “los criterios son aquellos que hayan sido definidos como líneas de trabajo de la escuela, por lo que se realizan adquisiciones que potencien las carreras y en base a soluciones probadas, que permitan que los estudiantes construyan nuevas tecnologías con ellas”.
Respecto de ese punto, los proveedores locales y el canal de distribución cumplen un rol relevante no solo en la oferta de productos, sino también en la entrega de servicios y asistencia necesaria para su implementación. Como señala Mauricio Machuca, “actualmente los proveedores locales cuentan con los elementos necesarios para cubrir la demanda tecnológica que realiza cada establecimiento, sin embargo, en ocasiones es necesario contemplar distintos oferentes debido a que el stock que manejan no es suficiente para cubrir las necesidades de todos los proyectos”.
Otro aspecto a considerar es que “el mercado local es bastante versátil en dar respuesta a los requerimientos tecnológicos, especialmente en lo que se refiere a hardware y software, e incorporar de manera permanente tecnología de punta para el uso en aula; pero si hablamos de lo que implica el uso de tecnología en materia de educación hay que tener en consideración que cualquier elemento de innovación debe ir acompañado de las competencias necesarias para aprovechar al máximo su potencial, y considerar que la tecnología no es un fin en sí misma, sino que una herramienta para apoyar la entrega de conocimientos”, concluye Mauricio Cea. | |
