KINGSTON Eficiencia y seguridad en transporte de información

En la actualidad, uno de los principales requerimientos de los profesionales gráficos es transportar grandes volúmenes de información. Para hacer que este proceso sea lo más eficiente posible, tanto en el traspaso de datos desde un computador a un dispositivo de almacenamiento (y viceversa), como en la comodidad de llevar este último, la marca ofrece sus nuevas líneas de pendrives USB 3.0. Francisco Silva, Gerente de Ventas para Chile y Perú de Kingston, nos cuenta más en esta entrevista.

Francisco Silva, Gerente de Ventas Chile y Perú de Kingston. ¿Qué ventajas ofrece para la industria gráfica una solución de almacenamiento USB 3.0? Apuntamos con este tipo de soluciones a la productividad. La norma USB 3.0 se diferencia de su antecesora por la ampliación del ancho de banda: los productos tienen una tasa de transferencia más rápida. Entonces, en esta industria, donde hay mucho transporte de información y archivos muy pesados, se hace fundamental tener un dispositivo para transportar datos, más que para respaldarlos, y que esto se haga de forma segura. Ello lo entrega la memoria de estado sólido que emplean estos dispositivos, mucho más resistentes a los golpes que un disco duro. En este sentido, estamos enfocados como marca en impulsar cada vez más a la gente para que migre hacia USB 3.0. En ese sentido, ¿por qué elegir un pendrive sobre un disco duro externo? Hay dos grandes diferencias. En primer lugar, los pendrives son tremendamente más rápidos que los discos duros (en algunos casos, hasta diez veces). Además, está la resistencia del producto: estos dispositivos no tienen piezas móviles, son chips soldados a una tarjeta de circuitos y tienen una interfaz USB que está protegida. Esta es una constante en el diseño de todas nuestras nuevas memorias. A esto se agrega que siguen siendo dispositivos cómodos, porque siendo más grandes que un pendrive común y corriente, aún se puede guardar en un bolsillo. ¿Cuáles son las principales ventajas del USB 3.0? El gran cambio que tiene este estándar para los usuarios son los tiempos de respuesta. Los fabricantes que adhieren a esta norma tienen que cumplir con tasas mínimas de transferencia (entre 10 y 140 Mbps, en velocidades de escritura). Ello permite hacer respaldos de archivos que pesan muchos gigabytes en tan solo unos minutos. Por esto, y si bien es cierto que para aprovechar al máximo el dispositivo se debe conectar a una interfaz USB 3.0 (hoy en día casi el 60% de los notebooks que se venden cuentan con al menos un puerto de este tipo), al ser más rápido por las exigencias de este estándar, aunque trabaje con una máquina USB 2.0, la tasa mínima de transferencia siempre será de al menos 25 Mbps, lo que lo hace hasta cinco veces más rápido. ¿Cuáles son los productos que ofrece Kingston para cada segmento de esta industria? Tenemos la línea “Data Traveler”, que son de capacidades más bajas (32 GB y 64 GB) y que está pensada para iniciar la migración desde USB 2.0. Por su parte, en la “Ultimate”, encontramos modelos fabricados con otros materiales, un diseño más seguro y una tasa de transferencia mayor, que apuntan a profesionales independientes que necesitan de un dispositivo para mover mucha información. Nuestro catálogo también incluye la línea “HyperX”, dedicada a los gamers, y nuestra gama alta, llamada “Predator, con capacidades de 512 GB y 1 TB, disponible solo por pedido en Chile. ¿Cuáles son las tendencias en este nicho de mercado? Creo que el próximo año tendremos ya dispositivos de 2 TB y, probablemente, a medida que escalen las capacidades, los segmentos medios se harán más baratos y se irán masificando. Asimismo, en el mercado chileno, vemos que los pendrives de 64 y 128 GB, tienen el mismo nivel de venta, pese a la diferencia de precios, lo que nos demuestra que el mercado está en condiciones de absorber este tipo de capacidades y de oferta.