Oscar Contreras, CEO & Co-Founder de Syrenaica “Lo principal es entender bien el negocio y saber que hay una cadena de valor”

El año 2009, Oscar Contreras, CEO & Co-Founder de Syrenaica, abandonó su trabajo en uno de los gigantes de los videojuegos, para iniciar su propia empresa desarrolladora. Así, un año después, nació Syrenaica, emprendimiento que lanzó “Evilot”, exitoso juego para iOS y que ya prepara su segundo proyecto.

¿Cómo nace Syrenaica? Tras diez años en Electronic Arts (EA), trabajando principalmente en proyectos asociados a The Sims, sentí que era el momento de volver a Chile y crear cosas nuevas. Junto a un socio, ideamos crear una empresa de videojuegos y decidimos partir con recursos propios, porque los términos de los acuerdos en los levantamientos de capital no nos convencieron mucho. En ese momento, nos dimos cuenta de que nos faltaba un elemento muy importante: el capital humano. De este modo, se me ocurrió comenzar a hacer programas y cursos que mejoraran el recurso humano de la industria informática que existe en Chile, lo que se plasmó finalmente en Syrenaica Academy. ¿En qué consiste esta academia? Básicamente, vimos que la gente vinculada al área de los videojuegos (y en realidad, de cualquier tipo de aplicaciones), le faltaba desarrollar buenos negocios. Entonces, el objetivo es hacer entender a ingenieros la importancia de presentar bien un negocio y de trabajar en un equipo colaborativo, junto a profesionales de otras disciplinas, como diseñadores. Creamos el diplomado “Diseño y Gestión Digital Interactiva”, que primero se impartió en otras casas de estudio (como la Universidad Gabriela Mistral y la Academia Mac), y ahora se ha extendido para estar disponible a otras personas. “Evilot”, para iPhone y iPad ha logrado bastante éxito. ¿Cómo fue su desarrollo? Lo primero fue testear las aguas del mercado y vimos que la gente le podía interesar un puzzle de defensa como éste. Partió con recursos propios, y varios alumnos míos colaboraron para sacar este emprendimiento adelante. Luego, hicimos un crowdfunding (una campaña para juntar recursos de colaboraciones de los propios consumidores), para que la banda sonora, compuesta por un músico chileno, fuera interpretada por una orquesta sinfónica de renombre, como es la de Macedonia, que ha trabajado antes con HBO y Warner Bros. Concretamos este anhelo en agosto de 2012. Actualmente, estamos armando un segundo proyecto para lo que estamos abiertos a inversionistas. Logramos entrar en la sexta generación de emprendedores a StartUp Chile y el gran aprendizaje que hemos tenido es que las cosas funcionan bien cuando hay equipos con intenciones reales detrás. Nuestra meta principal es desarrollar una tecnología propia, en base a la cual podamos luego generar un portafolio grande de productos. De esta forma, es posible maximizar las ventas y reducir, lo que se llama, el “riesgo de autor”. ¿Qué hace falta para que la industria de videojuegos sea tomada más seriamente en Chile? Lo principal es entender bien el negocio y saber que hay una cadena de valor. Hay mucho foco en el desarrollo, pero muchos ignoran cómo vender y distribuir. Además del desarrollador, hay otros actores, como publishers, fabricantes de consolas, retailers y distribuidores online. Cuando un desarrollador sale a vender un producto por tres dólares, se da cuenta que un tercio se le va en tarifas, luego otro porcentaje en desarrollo, y al final, por lo poco que le queda, pierde la motivación de seguir haciendo cosas.