La palabra Estrategia deriva indirectamente de la palabra griega Strategos (General de Ejército), es decir, las estrategias provienen de tácticas militares que explicaban cómo combatir a los enemigos. Pero, mirado desde el punto de vista empresarial de hoy, podemos decir que La Estrategia es el tema gerencial más importante y lo seguirá siendo por mucho tiempo más. La estrategia empresarial ha cambiado de la consigna clásica de lograr la mayor participación de mercado, a la configuración de escenarios dinámicos de oportunidades de negocios que generen rentabilidad y sustentabilidad en el tiempo, aprovechando las fortalezas y ventajas competitivas de la empresa. Estudios realizados por la revista Fortune indican que menos del 10% de las estrategias correctamente formuladas, son efectivamente ejecutadas y en la mayoría de los fracasos corporativos (estimados en un 70%), el problema no es la mala estrategia, sino su mala ejecución, por lo tanto se suma a las preguntas planteadas con anterioridad, la disyuntiva de cómo poder aplicar una estrategia. Las claves de una buena formulación estratégica radican en: Definir y planificar mis objetivos, es decir, establecer la Misión, la Visión y las Metas de la empresa; sin esto ninguna empresa puede funcionar. Anteponerse a las situaciones de cambios en el mercado, realizando análisis de los entornos más cercanos, los que en definitiva nos permitirán conocer las oportunidades y amenazas a los que se ve enfrentada nuestra empresa. No quedarse dormido, ni vivir del pasado; esto quiere decir que no porque la estrategia utilizada el año anterior nos dio buenos resultados, ésta será efectiva en estos momentos. Recordemos que competimos en un mercado dinámico con muchos actores y cambios que suceden todos los días; así como nosotros nos reinventamos, ellos también lo hacen. Traducir la estrategia en acciones operativas que sean entendidas por todos los participantes de nuestra empresa, buscando un lenguaje general y procurando utilizar medios de comunicaciones efectivos y a los que todos tengan acceso. Tener claro cuál es nuestro Target y cuáles son las necesidades que satisfacemos, nos permitirá definir la forma de competir y cómo crear valor en nuestros productos y/o servicios. Finalmente es necesario tener claro que la estrategia es el camino que seguiremos para conseguir nuestros objetivos, los cuales se plantean en nuestra Misión, que es para lo que la empresa fue creada; las estrategias deben ser a largo plazo, flexibles (adaptarse a los cambios), entendibles por todos, discutidas dentro de la organización, deben ser vinculadas a los presupuestos empresariales y generar incentivos para nuestros colaboradores cuando son bien ejecutadas; en definitiva, la clave principal para saber a dónde vamos es Transformar La Estrategia en Tarea de Todos. |